Sillas auto, apuesta constante por mejorar las prestaciones y la seguridad
Después de un año en el que comenzó la pandemia del Covid-19, el primer confinamiento, el cierre de los comercios, las restricciones en la movilidad y las limitaciones de horarios de las tiendas físicas han afectado considerablemente a las ventas de productos de puericultura. Aun así, la categoría de sillas auto no ha sido una de las más afectadas, ya que, al tratarse de productos de primera necesidad desde el nacimiento, los padres han tenido que comprarlas cuando han tenido la oportunidad.
La categoría de sillas auto se ha consolidado como el segmento más representativo en la actualidad en el sector de la puericultura. Sus productos son los que cuentan con una mayor innovación y prestaciones. Los padres buscan garantizar la seguridad de sus hijos cuando viajan en el automóvil y el precio, normalmente, no es la principal prioridad.
Evolución de la categoría de Sillas auto
Para Matias Massó, gerente de Matías Massó, “las ventas han caído si las comparamos con el año anterior. Aunque también servimos productos a tiendas puramente online, nuestras ventas proceden fundamentalmente de los puntos de venta físicos (que también pueden tener e-commerce). El cierre de estos establecimientos físicos en marzo y abril supuso una importante caída de las ventas, registrándose una positiva reactivación en los meses posteriores. Pero la creciente incertidumbre y la adopción de nuevas medidas para evitar la propagación de la pandemia, como los cierres perimetrales o de establecimientos de mayor superficie, volvieron a afectar negativamente a las ventas en el último trimestre del año”. Por su parte, Ibon Maza, director de comunicación de Babyauto, explica que “la situación de incertidumbre y confinamientos territoriales han limitado los desplazamientos a las tiendas, lo que lógicamente ha desembocado en una subida del comercio online. Lo peor es que esta situación sigue produciéndose ahora mismo y no parece que vaya a solventarse a corto/medio plazo”. Según Javier Carmona, director comercial/jefe de producto de Baby Monsters, “al no poder desplazarse las familias en sus vehículos por el confinamiento y restricciones de movilidad, creemos que ha sido un factor clave para la disminución de la venta. Además, si le sumamos el cierre de los establecimientos profesionales, en una categoría donde el asesoramiento es clave, tampoco ha favorecido”. Mientras que Philippe Darmigny, country manager de Columbus Trading Partners, explica que “lo que realmente afectó a las ventas fue el confinamiento, ya que no había la posibilidad de usar el coche para desplazarse en familia. Así, las ventas se recuperaron rápidamente en verano por la necesidad de utilizar el vehículo en lugar del avión. La categoría, en general, sigue creciendo a pesar de la pandemia”. A lo que Xavier Riba, brand manager Graco de Smart Baby Brands, añade que “las ventas se han visto afectadas en la medida que las restricciones de movimientos se han ido implantando. Una baja movilidad tiene un signo negativo en la venta de sillas auto. Aun así, las ventas de primera silla se mantienen, pero el grupo que podemos denominar ‘segunda silla’ (aquellas que van destinadas a segundos y terceros coches) se ha visto mucho más afectado”. Y, Sara Gálvez, gerente de Puericultura Gálvez (Lucena, Córdoba), opina que “en general todo el sector de la puericultura se ha visto afectado por la pandemia, pero quizás las sillas auto han sido las que menos, ya que son productos imprescindibles y que se utilizan desde el nacimiento. Además, en este segmento suele haber menos préstamo y venta de segunda mano”.