La Civility Mask cuenta con filtros fácilmente intercambiables con una vida útil de 12 horas
Una startup francesa lanza la primera máscara anti-COVID transparente
"Estaba buscando la máscara perfecta para proteger a mi hija pequeña", dijo el ingeniero y empresario Pierre Blondon, de 32 años, en febrero cuando la noticia de la pandemia del coronavirus llegó a su Francia natal. Y mientras que las que encontró en el mercado demostraron ser efectivas, también crearon una reacción emocional sofocante. "Las máscaras me impidieron ver las sonrisas de mi niña e interfirieron en nuestro contacto emocional", recuerda.

Blondon combinó los esfuerzos de un equipo internacional de 14 diseñadores (incluyendo Francia, Italia, Rusia, Senegal, México...) y 15 ingenieros franceses para producir un producto 100% hecho en Francia.
El resultado es la Civility Mask, una máscara de alta protección, transparente, fácil de usar, ligera, ajustable, confortable, ecorresponsable y apta para todos: familiares, cuidadores, deportistas, trabajadores de la hostelería y el turismo, etc. Además de mantener alejados a los gérmenes, la máscara con su ventana de cristal transparente permite al usuario compartir sus emociones, reduciendo así la sensación de aislamiento creada por el ‘distanciamiento social’ de la pandemia y las restricciones generales a las interacciones humanas.

Los filtros de alto rendimiento certificados NF 1827 EN 14683/ASTM F2100-19 sellados con elastómero plástico (TPE) mantienen el flujo de aire de la mascarilla equilibrado para una circulación hermética y aseguran que el usuario respire aire limpio y sin contaminar. Con su certificación FFP2 (una clasificación de certificación de la Unión Europea que indica la protección contra partículas como las partículas de polvo) la máscara también es adecuada para quienes sufren de alergias o trabajan en entornos potencialmente contaminantes.
La Civility Mask cuenta con filtros fácilmente intercambiables, cada uno de los cuales tiene una vida útil de 12 horas. Se ajusta a cualquier tamaño de cabeza y pesa la mitad que un teléfono inteligente, por lo que es cómoda y fácil de llevar durante todo el día. La máscara es ecológica: una toallita con una solución de alcohol del 70% (desinfectante de manos) hace el trabajo; no es necesario ponerla en el lavavajillas. Y, la Civility Mask puede durar años.
“Hay pruebas de que el virus está disminuyendo en algunas partes del mundo, pero todavía está con nosotros”, señala Blondon. Los funcionarios de salud pública advierten de un posible resurgimiento en otoño, mientras que los investigadores indican que podrían pasar otros 18 meses antes de que se descubra una vacuna. “Ahora es cuestión de aprender a vivir con el virus, y seguir con nuestras vidas lo mejor que podamos” añade Blondon.
