El perfil de la mujer en el nuevo mundo laboral
Montserrat Luquero, directora general de Morgan Philips Hudson
29/03/2019En la actualidad la presencia de las mujeres en el mundo laboral es una realidad tras el largo camino recorrido por la figura femenina para alcanzar puestos de alta dirección. Cada año hay un porcentaje superior de mujeres que van asumiendo perfiles directivos y mandos intermedios y progresivamente se está produciendo un cambio en la naturaleza del liderazgo: las mujeres jóvenes tienen una posición ideal para destacar en las presentes y futuras carreras profesionales.
La tendencia actual es el incremento de mujeres cada vez más jóvenes, conocidas como la ‘Generación Y’, que tienen entre veinte y treinta y ocho años. Este tipo de mujeres destacan por ser socialmente seguras, orientadas al servicio, organizadas y meticulosas, comparadas con sus iguales varones. Lejos de poseer habilidades de liderazgo tradicionales como la persuasión, la confianza o la extroversión, la nueva generación de mujeres aporta una serie de habilidades completamente diferentes y más relevantes para el mundo empresarial de hoy y del mañana. Estas habilidades les ayudarán a manejarse en un futuro en el que tendrán mucha importancia los datos y en el que los líderes tendrán que filtrar cantidades ingentes de información para convertirlas en decisiones significativas.
Para las compañías del nuevo mundo laboral la diversidad de género es absolutamente necesaria para avanzar y alcanzar los objetivos de éxito. La presencia de la mujer en cargos de liderazgo aporta riqueza y visiones complementarias. El cambio en los recursos humanos ha pasado por priorizar el mérito profesional sin que el género suponga un obstáculo para el ascenso a un puesto de dirección o responsabilidad.
En definitiva, aunque no podemos negar que seguimos enfrentándonos a muchos tabúes, debemos trabajar por alcanzar los objetivos deseados. La mujer tiene que continuar confiando en su potencial en el mundo laboral y sacarle partido a sus habilidades. Los estudios demuestran que pese a que el número de hombres candidatos a ocupar un puesto directivo continúa siendo superior al de mujeres —en una proporción de 3 a 1—, finalmente ellas suelen ser las elegidas para el puesto, posiblemente porque las que llegan tienen un nivel competencial muy alto.