¿Riesgo puede traducirse en desgracia?

El ruido es un factor de riesgo importante de ser mencionado. Estar expuesto al ruido en el trabajo puede provocar consecuencias y secuelas físicas irreparables. Cuando escuchamos un ruido, primero lo apreciamos en el oído externo, después la onda es recibida por el oído interno que es donde está el tímpano. Posteriormente la señal pasa por una cadena de huesecillos y la recibe el cerebro mediante células capitales. Cuando el ruido es muy fuerte se activan las células capitales y corremos el riesgo de perder capacidad auditiva. Las consecuencias son principalmente físicas, debemos protegernos con todas las medidas de seguridad posibles. Las vibraciones por una maquinaria en funcionamiento pueden afectar a la columna vertebral, dolores abdominales y digestivos, dolores de cabeza, etc. Por lo que es importante tener muy en cuenta que ‘El ruido de hoy no te impida escuchar la melodía de mañana’.

La iluminación es otro de los factores de riesgo físico que pueden provocar desde el deslumbramiento, las sombras, la fatiga y el reflejo. Se debe conseguir un equilibrio entre la cantidad, la calidad y la estabilidad de la luz, de tal manera que se consiga una ausencia de reflejos y de parpadeo y ausencia de contrastes excesivos. Los efectos de la iluminación inadecuada en la salud pueden acarrear trastornos oculares, cefalalgias, fatiga y efectos anímicos.

Los riesgos químicos son también muy comunes especialmente en aquellas industrias donde la manipulación con productos corrosivos, y la elaboración de procesos químicos pueden provocar enfermedades como las alergias, la asfixia o alguna afección debida a la inhalación, absorción, o ingestión. Debemos protegernos ante estas situaciones con mascarillas, guantes y, muy importante, delimitar el área de trabajo.

Existen también los riesgos biológicos que son aquellas cuya consecuencia puede desembocar en enfermedades producidas por el contacto con parásitos, es decir, los virus, bacterias, hongos, etc. Para evitarlas se recomienda tener un control de las vacunas y sobre todo protegerse con el equipo adecuado.

Otro de los riesgos que no podemos pasar por alto son los riesgos ergonómicos. La ergonomía es la ciencia que busca adaptarse de manera integral en el lugar de trabajo y al hombre. Los principales factores de riesgo ergonómicos son: las posturas inadecuadas, el levantamiento de peso, movimiento repetitivo. Puede causar daños físicos y molestos. Este tipo de riesgo ofrece cifras relativamente altas ocupando el 60% de las enfermedades en puestos de trabajo y el 25% se deben a la manipulación de cargas. Por ello se aconseja utilizar métodos seguros en cada momento.

Seguimos enumerando los distintos tipos de riesgos y definimos por riesgos psicosociales aquellos que nos afectan a todos nosotros en algún momento de nuestra vida laboral como son el estrés, fatiga, monotonía, fatiga laboral, etc. Para prevenirlas es recomendable respetar los horarios laborales sin excederse en las horas. Debemos tener como mínimo un descanso de 15 minutos a partir de las 6 horas. La estabilidad y un buen ambiente nos ayudarán a disminuir estos riesgos.

Otro de los riesgos laborales existentes según el tipo de trabajo que se vaya a desarrollar son los riesgos mecánicos. Son riesgos que se ven reflejados a trabajos en altura, superficies inseguras, un mal uso de las herramientas, equipos defectuosos. En estos casos debemos asegurarnos siempre de revisar la maquinaria con la que trabajamos para evitar posibles incidentes.

Y finalmente tenemos los riesgos ambientales. Estos factores son los únicos que no podemos controlar, por ser factores que se manifiestan en la naturaleza: la lluvia, la tempestad, inundaciones, etc.

El principal objetivo que tiene marcado Segurilight Señalización es “limitar las causas que originen los riesgos así como establecer los controles que permitan detectar o contribuir a evitar aquellas circunstancias que pudieran dar lugar a la aparición de riesgos y mitigar las consecuencias de posibles accidentes”. No obstante, no seremos capaces de lograr sin una concienciación de la sociedad a la protección y prevención.

La educación juega un papel importante en la consecución de dicho objetivo. Aquellas empresas que disponen de un departamento de prevención de riesgos o llevan a cabo una campaña de prevención de riesgos son menos susceptibles de que pueda producirse un contratiempo o desgracia.

Nuestra meta es abordar la cultura de la seguridad en términos de actitudes, creencias y percepciones que contribuyan al resultado de rendimiento y valores de protección.

Para la consecución de nuestro objetivo elaboramos una metódica de trabajo basada en el servicio integral para la prevención de riesgos que abarca desde formaciones en el tema de riesgos laborales, asesoramiento de planes de evacuación, fabricación de cualquier tipo de señales necesarias para identificar el riesgo, peligro, advertencia, informativas, obligación, paneles de señales, rotulación, comercialización de productos necesarios para minimizar riesgos que puedan acontecer en el entorno, y sobre todo transmitir al cliente la seguridad y tranquilidad de que en manos de Segurilight cualquier situación perceptible de entrañar un riesgo será solventado con éxito.

El riesgo ‘cero’ no existe, pero es posible minimizar los existentes. Desde Segurilight le enviamos el siguiente mensaje: ”No corra riesgos”, “Aprenda a crecer con seguridad”.