Potencial de la IA para salvar al sector oleícola
Redacción Olive Oil World Congress
15/11/2024La IA y el Big Data están empezando a tener una alta presencia en todos los procesos de la cadena de valor del aceite de oliva, desde el cultivo del olivo hasta el consumidor, pasando por la garantía del origen y la calidad del producto.
En general, la tecnología es una ayuda para mejorar la eficiencia de la producción y de la transformación y hacerla más sostenible sin merma de su calidad. Con la IA se da un paso más para avanzar en este camino de la excelencia de este alimento emblemático.
Existen ya proyectos tecnológicos de IA para el olivar, que registran los datos sobre crecimiento de las aceitunas y del estado de salud de los olivos en tiempo real. El procesamiento de estos datos ofrece luego recomendaciones muy precisas de gestión y manejo del cultivo a los agricultores.
Se empiezan a ver también ciertas aplicaciones tecnológicas en las que interviene o se incorpora forma directa o indirectamente la IA, como la automatización y el uso de robots en la recolección y en otras tares del cultivo; robots que identifican aceitunas en plantaciones intensivas mediante visión artificial para su cosecha eficiente, máquinas vibradoras que recolectan la aceituna sin daños el árbol, etcétera.
Como recalcó Juan Antonio Polo, jefe del Departamento de Tecnología del Aceite de Oliva y Medio Ambiente del Consejo Oleícola Internacional (COI), en una reciente jornada del OOWC, “en la fase agronómica los avances tecnológicos, entre los que se incluye la IA y el Big Data, tienen que ir enfocados a una agricultura de mayor precisión, es decir a utilizarse en sensorización y elementos de acceso a información y datos, que permitan tener información en tiempo real de las condiciones en las que se está desempeñando el cultivo en términos de humedad del suelo, de uso de nutrientes y de la propia salud de cultivo.”
La trazabilidad plena del aceite de oliva, desde su origen hasta que llega envasado al consumidor es, asimismo, objeto de la IA, mediante el uso del “blockchain” o cadena de bloques, con el que se rastrea todo el recorrido del aceite por la cadena de valor, permitiendo certificar su garantía de origen y su autenticidad, evitando el fraude y mejorando su imagen en los mercados y ante el consumidor final.
En resumen, la aplicación de la IA en la mejora tecnológica del sector del olivar se constituye a la vez en un reto ineludible y en una apuesta para hacerlo más atractivo a las jóvenes generaciones de agricultores, mucho más especializados.