Almazara la Cooperativa la Carrera, la proximidad y calidad del olivar ubetense
Si Úbeda tuviera un sabor, seria profundo, con notas picantes y amargas, como la aceituna picual. El motivo es que el aceite de oliva que se produce en la zona y en toda la provincia de Jaén tiene a esta variedad de oliva como su protagonista, aunque también se producen de otros tipos, como de arbequina o royal. Este es el caso de la Almazara Cooperativa La Carrera. Situada en la misma ciudad de Úbeda, los socios traen su cosecha de oliva, en su mayoría picual, hasta la almazara. La cooperativa, por su parte, fabrica el aceite y lo comercializa sin intermediarios.
La Cooperativa la Carrera nació el 1969 fruto de la unión de distintos agricultores particulares que necesitaban infraestructuras más grandes para absorber la creciente producción de olivas. Dado que contaban con el conocimiento necesario y un molino privado, decidieron levantar una fábrica. El año de su fundación contaban con casi 100 socios. En 1993, se instauró el sistema de extracción en continuo trifásica, la cual todavía funciona.
En la actualidad, la cooperativa cuenta con unos mil socios aproximadamente, los cuales están exentos de la obligación de venderles su cosecha del olivar en exclusiva. Tienen plena libertad de hacerlo (o no).
El sistema de pago y cobro de los socios es el habitual de este tipo de sociedades cooperativas. Además de abonar una cantidad anual, los socios reciben una suma de dinero que viene determinada por el peso y la calidad de aceituna que transportan hasta la almazara de la cooperativa.
Las fincas de olivar que pueden formar parte de la misma deben hallarse en la región, sin importar el lugar de residencia u origen del propietario. La localización del terreno pesa más. Tampoco es necesario que el dueño sea quién trabaje las tierras. Si está de acuerdo de que su arrendatario lleve la aceituna a la almazara La Carrera, no habría ningún problema. Todas aquellas situaciones que se saliesen de este supuesto, se votarían mediante asamblea general. La mayoría es la que decide.
Proceso de fabricación del aceite
El proceso de elaboración del aceite de oliva comienza, como es natural, con la fase de recepción de la oliva, sobre mediados de octubre para los aceites tempranos, y en noviembre para la campaña. La almazara cuenta con seis líneas de descarga, cada una con su cartel correspondiente para separarlas conforme a la calidad. Una primera clasificación en este sentido es lo que denomina suelo/vuelo. El primero hace referencia a aquella aceituna que se ha recogido del suelo y que, en consecuencia, está sucia de tierra, polvo e incluso piedras. Las inclemencias del tiempo y los golpes la convierten en un fruto de una calidad inferior y que José de Dios, maestro almazarero de la Cooperativa la Carrera, aprovecha para elaborar aceite lampante. “Lo que me interesa de la aceituna de suelo es extraer el máximo de grasa posible”, revela. Dado que su limpieza y tratamiento repercute en el nivel de suciedad, el maestro almazarero pide a los socios que se la entreguen a partir de una fecha determinada.
Tres líneas de calidad
La almazara La Cooperativa la Carrera cuenta con tres líneas de producción independientes. Cada una se encarga de tratar un tipo de aceite distinto, dependiendo de la calidad. Una línea se destina al AOVE, una segunda al aceite de oliva virgen y una tercera para los aceites lampantes. Así se evitan cruces entre ellos.
Otro aspecto positivo de tener tres líneas de producción es que si hay problemas en una de ellas es posible continuar el trabajo.
¿Cómo se paga al agricultor por su cosecha?
Tras limpiar o lavar la aceituna y pesarla, el agricultor debe anotar en una pantalla táctil su número de socio, la finca que es, la parcela y la calidad de producto que trae. La información introducida genera automáticamente un ticket.
La Cooperativa la Carrera se basa en el rendimiento graso del aceite para retribuir al socio. Para hacer los cálculos, se lleva una muestra de aceitunas al laboratorio para analizar cuánta grasa entra en la almazara (grasa de industria) y se compara con la que finalmente se almacena en bodega. La diferencia entre ambas se denomina ‘índice correcto’ y es en lo que se fundamenta para retribuir a los productores. “Es imposible conseguir el 100% de la grasa, tanto es causa de la misma maquinaria como un fallo humano y el mismo proceso.”
Reformas en la Almazara
La Almazara de la Cooperativa la Carrera ha introducido algunos cambios tanto en su apariencia como en el interior de la nave. Además de vestir uniformes corporativos, eligieron el amarillo y azul cobalto como colores corporativos, este último es con el que han pintado puertas y ventanas. Faltaría añadir una tolva más, que se instalaría al lado de la entrada de la fábrica.
En la cooperativa también tienen en cuenta el oleoturismo a la hora de enfocar la reformulación del espacio. Cerca del molino, comenta, pondría una cristalera que permitiera al visitante “ver la recepción de la aceituna y como se machaca ahí”.
En la nave, las reformas se llevaron a cabo en tiempo récord. En tan solo tres meses se quitó todo lo que había, se bajó un metro el suelo y todo se volvió a montar, maquinaria incluida. “Estábamos recepcionando aceituna y la empresa seguía aquí acabando de soldar y colocar las tuberías. Objetivo: hacer el proceso lo más sencillo y productivo posible.
Tras dejar la masa uniforme, la siguiente máquina que entra en juego es el decanter. Su función es la de separar la parte sólida de la líquida, lo consigue centrifugando a 3.000 vueltas por minuto. Los despojos sólidos se guardan en un cajón. Su nombre es alpeorujo y es el material en bruto del que se extrae el aceite de orujo de oliva.
Podría parecer que el proceso termina aquí, pero todavía quedan pasos por dar. El aceite está sucio, tiene un color terroso, parecido al del café con leche, “incluso al de la morcilla de Burgos”, bromea el maestro almazarero. Es preciso pasarlo por otra centrífuga, esta vez vertical, que separa la parte más densa, en este caso la suciedad del aceite. “A partir de aquí, ya sale bastante limpio. Dependiendo de la época sale verde o amarillo.”
Versatilidad y confianza en el almacenamiento del aceite
Para José de Dios, la bodega dentro de la fábrica es su corazón, porque le permite distribuir el aceite como desee, sin seguir un orden preestablecido. Si hubiera un fallo humano de almacenamiento, sería posible evitar errores por la independencia de cada uno. Por otro lado, si hubiera dos aceites muy parecidos en calidad y sabor, ambos se podrían mandar a un depósito más grande en bodega. “Este es mi laboratorio”, manifiesta.
El último paso antes de llegar a la tienda sería el filtrado y el envasado, del cual se encargan dos compañeros. En fábrica hay dos más, junto al maestro.
Saber parar para poder limpiar
Si no da tiempo de comprobarlo todo, al año siguiente se empieza por la parte que faltó por revisar el año anterior salvo que hubiera algún daño.
La importancia de las fechas para hacer AOVE ecológico
El maestro almazarero expresa su preocupación a la hora de producir aceite de oliva ecológico. El motivo principal es que la aceituna no puede estar en contacto con productos no ecológicos para evitar contaminaciones. Hay que agendar una fecha para hacerlo. “La mayoría de fábricas lo hacen fuera de la campaña real. Entonces, se avisa al socio que trabaja con este tipo de producto que venga ese día con su certificador ecológico en finca. La almazara también tiene que llamar al certificador para demostrar que en la maquinaria no hay residuos incompatibles, así como que el protocolo de limpieza es el adecuado. Al final, el aceite se analiza.
Aunque desde Despeñaperros para abajo no se aprecia, el AOVE ecológico se valora mucho de Madrid para arriba. Internacionalmente, toda esta producción se ha vendido a Japón, Croacia e Inglaterra.