Dirigido a paliar los efectos de la sequía o de la gestión de residuos, entre otros
Carboliva participa en el proyecto Resioliva, que pretende mitigar problemas del olivar
Carboliva, con sede en Puente del Obispo, forma parte del Grupo Operativo que desarrolla el estudio 'Mejora de la resiliencia y sostenibilidad del olivar de secano mediante consorcios de hongos beneficiosos, biochar y la certificación fitosanitaria'.
La adaptación del olivar a las circunstancias y condiciones actuales es el principal objetivo con el que trabaja el Grupo Operativo RESIOLIVA, al que pertenece Carboliva junto a Plantas Continental, el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC), Cámbrico Biotech y Asociaflor.
En concreto, el proyecto 'Mejora de la resiliencia y sostenibilidad del olivar de secano mediante consorcios de hongos beneficiosos, biochar y la certificación fitosanitaria' pretende desarrollar una estrategia de prácticas de cultivo aplicables al olivar de secano que potencie su resiliencia y sostenibilidad. A la vez que contribuya a mitigar algunos de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta actualmente la agricultura en los países de la cuenca Mediterránea, como son la demanda de agua, la gestión de los residuos agrícolas y la dependencia de los fertilizantes minerales.
El papel de Carboliva dentro del proyecto consistirá en la documentación sobre el uso agrícola del biochar, cuyos beneficios para los cultivos están en la línea del objetivo del proyecto, la mejora de la resiliencia y sostenibilidad del olivar. Además, se encargará de la caracterización de los distintos biochar para comparar resultados y será el proveedor de este carbón vegetal para su mezcla con compost para las pruebas que se realicen.
Hay que recordar que Carboliva fabrica 5.000 toneladas de biochar con pulpa y hueso de aceituna, un producto totalmente ecológico que produce únicamente esta entidad en el mundo, ya que otras empresas lo elaboran con biomasa de otros cultivos.
Aunque el término biochar es relativamente nuevo, el uso del carbón vegetal para mejorar los suelos tiene una larga historia que se remonta a las prácticas agrícolas de las civilizaciones precolombinas en la Amazonía. En los últimos años los estudios realizados sobre el carbón vegetal se centran en cómo puede mejorar la retención de nutrientes y agua en el suelo, así como su capacidad para secuestrar carbono de manera efectiva.
El proyecto RESIOLIVA se engloba dentro de la Convocatoria de Grupos Operativos de la Agencia Europea de Innovación (AEI) y está financiado por la Junta de Andalucía.