Assitol evoluciona su modelo de trabajo acelerando lo digital y la investigación
Un 2022 difícil y un 2023 también complicado, debido al conflicto ruso-ucraniano, la subida de los precios y el cambio climático. Sin embargo, las empresas han demostrado una vez más una gran capacidad de resistencia para afrontar los retos de los mercados nacional y de exportación. El análisis procede de ASSITOL, la asociación italiana de la industria del aceite de oliva, miembro de Federalimentare y Confindustria, que en su Asamblea General Anual reiteró la necesidad de construir un nuevo modelo de trabajo y producción, basado en la tecnología, la investigación y la sostenibilidad.
“Hemos vivido una temporada complicada, que aún no ha terminado”, explicó Riccardo Cassetta, presidente de ASSITOL. “La Asociación tiene la intención de seguir apoyando a las empresas de todas las formas posibles, pero es esencial un cambio de ritmo. De lo contrario, ya no podremos hacer frente a los efectos de la inestabilidad geopolítica y a las consecuencias periódicas de las condiciones meteorológicas extremas”.
Diferentes factores han afectado a todos los componentes de la asociación: del aceite de oliva a los aceites de semillas, de los productos semiacabados para pan, pizza y pastelería, a la levadura de panadería y la agroenergía. El primero es la guerra de Ucrania, que ha provocado fuertes subidas de los precios de las materias primas, de las que tanto Rusia como la propia Ucrania son importantes proveedores. Basta pensar en el gas natural, esencial para el abastecimiento energético, los fertilizantes o el aceite de girasol, difícil de obtener hasta hace unos meses.
“Este panorama tan negativo se ha traducido en un aumento de los costes para las empresas y de la inflación para las familias”, señaló Cassetta. “Sin embargo, nuestras empresas han sabido reaccionar, demostrando una extraordinaria capacidad de respuesta. El hecho es que, tras la sequía de 2022, el primer semestre de 2023 se caracteriza en cambio por lluvias torrenciales, que podrían volver a plantear el problema de la falta de materias primas. ”Por estas razones", señaló el presidente de ASSITOL, “creemos que la contribución de la ciencia y la digitalización es ahora indispensable contra el cambio climático. Al mismo tiempo, debemos reforzar nuestra emancipación del suministro energético exterior y valorizar nuestra bioenergía. En ambos ámbitos, ASSITOL está dispuesta a ofrecer su contribución a las instituciones”.