Italia analiza una campaña de aceite de oliva muy complicada y sus retos de futuro
'Una nueva era de diálogo para revalorizar el aceite de oliva' Este es el mensaje que ASSITOL, la Asociación Italiana de la Industria del Aceite de Oliva, lanzó en el Festival Olio Officina, el evento milanés dedicado a la cultura y el cultivo del aceite de oliva y los aderezos.
En concreto, en el encuentro 'Aceites de oliva virgen extra: las dificultades de la campaña oleícola contadas por la industria y la gran distribución', en el que participaron Andrea Carrassi, director general de Assitol, Mauro Tosini, director comercial de Salov, y Laura Stefanini, responsable del departamento de aceites y conservas de Coop, el debate se centró en el problemático año vivido por el mundo del aceite de oliva, que ha afectado profundamente tanto a la actividad de las empresas como a la oferta de la gran distribución. Las reducidas cantidades de materia prima en Italia, estimadas en apenas 200.000 toneladas de aceite de oliva, junto con los malos resultados en otros países productores, causaron gran preocupación en el sector, acostumbrado a garantizar aceite a los consumidores durante todo el año. La inflación y el aumento de los precios de la energía también han pesado en la situación.
“Sabíamos que nos enfrentábamos a un otoño caluroso”, observa Andrea Carrassi, Director General de la Asociación, “pero la realidad ha resultado ser peor de lo esperado. La olivicultura italiana ha perdido el 50% de su producción y en el Mediterráneo no le ha ido mejor. Por eso, al principio de la campaña del año pasado, dimos la voz de alarma, temiendo que pronto se agotaran las existencias de aceite de oliva. Las empresas resisten, pero el peligro persiste”.
Para ASSITOL, ha llegado el momento de cambiar de enfoque. Para hacer frente a la complejidad de la situación", explica el director general, “es necesario un gran sentido de la responsabilidad por parte de toda la cadena de suministro, desde la producción agrícola hasta la industria, pasando por la gran distribución. Impulsar promociones en este momento sería absurdo y engañoso para el consumidor, lo hemos dicho muchas veces. Nuestra esperanza es que este escenario negativo sea una oportunidad para abrir una nueva etapa de diálogo y colaboración con la gran distribución, con el objetivo de aprovechar al máximo el extraordinario producto que es el aceite de oliva virgen extra.
Una apertura en este sentido facilitaría pensar en reposicionar el virgen extra, tratado con demasiada frecuencia como una commodity y no como el producto premium que es. En los últimos años se han dado algunos pasos positivos, baste decir que hoy el 100% italiano representa el 30% de las ventas en 2022, en 2007 era sólo el 10%. Sin embargo, queda mucho por hacer: el consumidor está más atento, su pasión por el aceite de oliva sigue siendo fuerte, pero el fenómeno de las ventas por debajo del coste, agresivo y constante durante todo el año, envilece el producto, a los trabajadores y a las empresas, haciendo imposible mantener una rentabilidad real de la cadena de suministro.
”Nunca podremos tener las mismas cantidades que España", reiteró Carrassi, “pero podemos trabajar en el aumento de la producción y, al mismo tiempo, en la calidad, diseñando una estrategia que relance los productos 'premium'”. La propia mezcla, un invento totalmente italiano que combina aceites de distintos orígenes para crear productos de fácil consumo, merece una explicación más cuidadosa. “Por eso”, concluyó el Director General de ASSITOL, “en un año tan delicado, pedimos a la gran distribución que colabore con las empresas del sector y con toda la cadena de suministro para replantear juntos la estrategia de mercado, mejor aún en el seno de la organización interprofesional única que el Subsecretario La Pietra se ha comprometido firmemente a crear”.