El aceite de oliva catalán, en números de subsistencia
En la reunión de la Comisión del Aceite de Oliva de la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC), con altos responsables de Consejería de Acción Climática, la organización ha reclamado medidas urgentes para hacer frente a la caída drástica de la producción de aceite. La Comisión de Aceite de Oliva de la FCAC representa al conjunto del sector, un centenar de cooperativas elaboradoras del 73% del aceite de oliva catalán.
Según datos definitivos de las cooperativas, la cosecha de este año bajará hasta las 15.000 toneladas -un 52% inferior a una campaña media- y supondrá la pérdida de 55 millones de euros en el sector.
Estas cifras serían inferiores a la previsión de septiembre de 2022 antes de iniciar la cosecha -cuando se pronosticaba una bajada a 19.000 toneladas- e incluso se sitúan por debajo de la previsión de 16.000 toneladas de finales de enero, cuando la cosecha se encontraba en la recta final.
Una cosecha media en Cataluña se sitúa en 31.000 toneladas. Ésta será la producción más baja en los últimos 15 años, seguida de lejos por la cosecha de 2018, cuando se obtuvieron 20.600 toneladas de aceite.
Antoni Galceran, responsable de aceite de oliva de la FCAC, alerta de que “esta situación conlleva grandes dificultades a las cooperativas dado que la falta de producción se une al incremento de los costes y las consecuencias de la guerra de Ucrania. El sector tendremos dificultades para mantener los compromisos comerciales por la falta de producto. La facturación cae mientras los costes se han multiplicado casi por 4 en el último año”.
Las cooperativas elaboradoras de aceite concentran la mayor parte del coste energético en los meses de entrega de la aceituna (de octubre a finales de enero). Con una cosecha muy escasa, el incremento de los gastos energéticos y de elaboración repercuten sobre una menor producción y, por tanto, el coste por kilo de aceite producido se incrementa notablemente.
Entre las medidas urgentes que la FCAC reclama al Departamento de Acción Climática, se incluye el establecimiento de una línea ayudas destinadas a cubrir, en las cooperativas de las zonas afectadas por la caída de producción de aceite de oliva, parte de los gastos fijos en el contexto de una drástica reducción de ingresos en las actividades propias de la cooperativa.