Deoleo y AEMO colaboran para premiar a los olivares y almazaras más sostenibles
La Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO), con el apoyo de Deoleo, quieren poner en valor el crucial papel que tiene el cultivo del olivo y la producción de aceite de oliva como mitigador del cambio climático. El olivar es el mayor bosque cultivado de la Cuenca Mediterránea, y por tanto supone un sumidero importante de CO2 que puede y debe ser reconocido y conocido por los consumidores del zumo de aceituna.
En este escenario, AEMO convoca por primera vez el Premio al Olivar y a la Almazara con Mejor Gestión Ambiental de España. Podrán presentarse fincas y almazaras ubicadas en pueblos socios de AEMO y se abre la convocatoria desde hoy hasta el próximo 31 de marzo de 2023.
Este galardón supone un paso más en el compromiso de Deoleo por la sostenibilidad. La compañía, que recientemente publicó su informe ESG de 2021 compartiendo los avances de su Estrategia de Sostenibilidad 2030, realiza esfuerzos constantes en esta área con el objetivo de poder garantizar un cultivo responsable y de calidad del aceite de oliva. La alianza con AEMO para organizar conjuntamente el Premio al Olivar y a la Almazara con Mejor Gestión Ambiental de España es un claro reflejo de su contribución al sector oleícola y de su compromiso con elevar los estándares de sostenibilidad, liderando el camino para la totalidad de la industria.
El olivar como sumidero de CO2
En el caso del cultivo del olivo y la producción de aceite de oliva virgen son muchos los aspectos que influyen en la mejor o peor gestión ambiental tanto del olivar, como de la propia fábrica almazara.
El manejo y las decisiones que adoptemos, desde el árbol hasta el envase, determinan los impactos positivos, neutros o negativos sobre el medio ambiente. En este sentido, existen metodologías para valorar dichos impactos.
En el campo, las distintas técnicas de cultivo empleadas, ya sea el uso racional de recursos como la maquinaria, el agua, los fertilizantes o los fitosanitarios, la gestión energética en la explotación, el manejo del suelo o el aprovechamiento de los restos de poda, harán que el balance ambiental sea más o menos favorable y determinarán el grado de sostenibilidad de un olivar. Precisamente de ahí saldrá el olivar más sostenible de España.
Una vez recolectada la aceituna será llevada al molino y allí se tomarán también una serie de decisiones que determinarán los impactos sobre el medio. El aprovechamiento de subproductos, el uso de recursos como el agua o la energía, el tipo de envase o la forma de distribución serán evaluados para nombrar cada año a la almazara más sostenible de España.