Perú, un país con tradición en la producción y consumo de aceite de oliva
La producción y el consumo de aceite de oliva en Perú se mueve en las mismas cifras. La producción se concentra en el sur del país, mayoritariamente en las regiones de Tacna y Arequipa, y también en menor medida en Ica, Lima, La Libertad y Moquegua. En Perú todavía existen los olivos más viejos que se plantaron en América del sur (S.XVI), según la información recogida por Juan Vilar Consultores. Algunos de ellos son mantenidos en forma artesanal por descendientes de pobladores autóctonos, produciendo aceites de olivos centenarios de excelente calidad, y la mayor parte de las aceitunas de mesa derivan de esos viejos olivos que fueron multiplicados y hoy dan nombre a la llamada variedad “Criolla”
El porcentaje de producción del olivar con destino a elaborar es del 16,3% aceite de oliva y 83,7% elaboración de aceitunas de mesa. Produce 3.300 toneladas de aceite al año, de los que la totalidad es consumido por la población interna del país. De este aceite, el 70% corresponde a un aceite de alta calidad, como podría ser el aceite de oliva virgen o virgen extra, y el restante 30% corresponde a un aceite de una calidad inferior.Las variedades de aceituna más importantes presentes en el país son: Criolla, Manzanilla, Gordal, Kalamata, Picual y Arbequina.
El país tiene un total de 6.781 parcelas de olivar, con un tamaño medio de 4,94 hectáreas. La productividad por hectárea es de 0,605 toneladas de aceite de oliva y 4,322 toneladas de aceitunas de mesa. En cuanto al volumen de negocios generado por el sector oleícola, es de 125,99 millones de euros, además tiene un total de 1.364.881 jornadas anuales en el sector oleícola e industrias afines. Además, cuenta con 9 almazaras y 90 entamadoras.
Del total de grasas animales y vegetales, corresponde al aceite de oliva en este país un 0,6%. Los habitantes de Perú consumen una media de 0,10 litros por persona y año. En función del perfil del consumidor, consumen las mujeres un 50,3% y los hombres un 49,7%. El porcentaje de consumo es mayor en personas que tienen edades comprendidas entre 50 y 65 años (37%), seguido de mayores de 65 años (26%). El porcentaje de consumo de aceites según la estructura familiar, predomina el consumo en familias jóvenes con hijos (21%), al igual que familias de mediana edad con hijos (21%), seguido de personas solteras o viudas (20%).
En función del nivel de renta, consumen mayor porcentaje de aceite de oliva aquellas personas que tienen una renta media- alta. Además, en función del nivel de formación académica, consumen mayor proporción de aceite de oliva las personas que tienen estudios universitarios, situándose en un 44%. De la totalidad de aceites de oliva, se consumen en un porcentaje bastante significativo el aceite de oliva virgen extra (52%), seguido del aceite de oliva (35%). El envase donde el consumo de aceite es mayor es en el PET (50%), seguido del envase de cristal (48%).