Italia quiere diferenciar su AOVE del procedente de otros países
Investigadores del Laboratorio de Química Experimental del Istituto Zooprofilattico Sperimentale delle Venezie (IZSVe) han desarrollado una metodología de cribado geográfico sencilla y eficaz para discriminar el aceite de oliva virgen extra italiano del procedente de otros países.
Debido al cambio climático y a la epidemia de Xylella fastidiosa, la producción anual de aceite de oliva virgen extra italiano ha disminuido en los últimos años. Para satisfacer las necesidades de los consumidores y de la industria alimentaria, Italia se ve obligada a importar mayores cantidades de aceite de otros países, corriendo el riesgo de que aumente el número de fraudes, es decir, mezclas de aceite italiano y de aceites de origen europeo y no europeo que se venden como aceite de aceitunas cultivadas en Italia.
El método desarrollado permite distinguir el aceite italiano del importado (en este caso de Grecia) a partir de la composición química de la muestra. Los investigadores han desarrollado una metodología de cribado geográfico para discriminar el aceite de oliva virgen extra italiano del de origen griego. El método no selectivo, probado en 33 muestras, permitió distinguir claramente entre los dos grupos.
El sistema puede ser útil para garantizar la trazabilidad y la calidad del aceite de oliva virgen extra, evitando el fraude comercial. El método no selectivo, basado en la integración de técnicas espectroscópicas Raman e infrarrojo cercano (NIR), se ha publicado en el Journal of Near Infrared Spectroscopy. La novedad reside en la combinación de técnicas estadísticas basadas en la inteligencia artificial, según divulga Italia Olivicola.
A partir del análisis de los datos recogidos en el laboratorio, la identificación de las variables significativas condujo a la creación de un modelo estadístico capaz de identificar las características químicas específicas de los aceites italianos con la posibilidad de desenmascarar cualquier fraude comercial.
Como se ha mencionado anteriormente, se examinaron 33 muestras de aceite mediante espectroscopia Raman y NIR, es decir, técnicas no destructivas, que proporcionan respuestas en poco tiempo, son sostenibles y no requieren la preparación de la muestra, lo que minimiza el tiempo y los costes. A continuación se validó el modelo así obtenido, logrando una precisión del 97%, una sensibilidad del 100% y una especificidad del 88,9%.
El sistema propuesto por el estudio permite obtener un kit rápido y completo de la composición del producto alimentario, caracterizándolo también geográficamente. Gracias a esta información, muy valiosa tanto para los productores como para los consumidores, es posible garantizar la trazabilidad y la calidad del aceite y evitar el fraude comercial.