La interpretación de los datos, cuestión fundamental para generar información útil
La revolución tecnológica ha modificado nuestros hábitos diarios, nuestra forma de comprar, de interrelacionarnos, llegando a todos los sectores económicos, empezando por los más industrializados. Como no podía ser de otra manera, también llegó al campo y, hasta los más escépticos en un principio, afirman que llegó para quedarse.
A nadie del sector agropecuario le resultan extrañas palabras como Agricultura 4.0, teledetección o sensores de campo; de hecho, el volumen de datos que un agricultor podría disponer haciendo uso de todas las soluciones tecnológicas existentes es a la vez una bendición y una maldición. Por un lado permiten una agricultura de precisión con todas las ventajas que ello supone, pero por otra parte también constituyen un obstáculo debido a la multitud de plataformas, formatos, interfaces, etc, con las que hay que lidiar, obligando a contar con conocimientos técnicos especializados y tiempo para integrar e interpretar toda la información, como ofrece Sonea.
En este sentido Marta Mercadal y Patricia Salas, directoras de la empresa Sonea especializada en soluciones basadas en teledetección y sistemas de información geográfica (SIG) dirigidas al sector agrícola, destacan que, en ocasiones, el volumen de toda la información que se provee o está disponible, supone tanto esfuerzo de interpretación para los usuarios que al final no son capaces, normalmente por falta de tiempo y complejidad de los datos, de exprimirlos de manera que les ayuden a alcanzar sus objetivos.
“En Sonea trabajamos para generar información útil en base a una gran cantidad de datos disponibles, adaptada a la necesidad de cada caso y a la realidad de cada finca o explotación, con el fin de que sume a la hora de tomar decisiones. Nos gusta decir que acompañamos al productor en los diferentes momentos del cultivo y nos implicamos para conseguir que la incorporación de nuevas tecnologías sea lo más sencilla y positiva posible”, dice Marta Mercadal.
Datos de satélite y monitorización de cultivos
A partir de datos de satélite, realizan zonificaciones de suelo donde geolocalizan y cuantifican los tipos de suelo existentes, permitiendo por ejemplo adaptar el diseño de la plantación o del riego a la realidad de la finca, mejorando la eficiencia en el manejo de la parcela.
Monitorizando cultivos en campaña, en muchos casos con un estudio de la campaña previa, desde Sonea avisan vía whatsapp de problemas en el riego (fugas, sectores, líneas de goteo), detectan zonas con evoluciones anómalas consecuencia de enfermedades o plagas, o analizan la respuesta del cultivo a diferentes tratamientos. También trabajan sobre zonas que han tenido una producción no esperada, con el fin de adoptar medidas para replicarlo o evitarlo en las campañas venideras.
Estos servicios no requieren de una implementación tecnológica en la parcela, sino que buscan integrarse en la forma de trabajo que ya se realiza y que, por tanto, resultan accesibles, en mayor o menor medida, a la práctica totalidad de productores, independientemente del marco de plantación, dispersión o dimensión de las parcelas, edad del cultivo o grado de tecnificación.
Desde que fundaron la empresa en 2014 en el Polígono Walqa de Huesca, han monitorizado más de 10.000 hectáreas de diversos cultivos (almendro, olivo, viña, hortícolas, maíz, alfalfa y otros herbáceos), localizadas en cualquier punto de la península o a nivel internacional, y con productores y fincas de lo más variado, que van desde menos de 10 hectáreas a más de 700 hectáreas.