El olivar italiano urge la adopción de medidas para reducir los efectos del cambio climático
Italia Olivicola, organización que agrupa a la mayor parte de los olivicultores italianos, vuelve a insistir en la urgencia de encontrar una solución inmediata a los efectos negativos de la prolongada falta de lluvias y el calor abrasador de las últimas semanas, especialmente en las regiones del sur con fuerte vocación olivarera, como Apulia, Calabria y Sicilia, que ya están sufriendo el dramático recrudecimiento de los incendios estivales.
El alentador panorama de 2021, que en un principio auguraba una abundante floración de los árboles y un buen cuajado de los frutos, confirmando el optimismo de las primeras etapas, corre ahora el riesgo de empeorar debido a los efectos de la sequía que dura ya cuatro meses, además de las altas temperaturas registradas en los últimos días.
“Por un lado, esta contingencia climática contribuye a frenar la propagación de la temida mosca del olivo, que prefiere los hábitats más frescos y húmedos, pero, por otro lado -dice Gennaro Sicolo, presidente de Italia Olivicola-, corre el riesgo de comprometer el rendimiento productivo del próximo año de cosecha, provocando una mayor preocupación por las cosechas posteriores en términos de cantidad y calidad de la producción”.
El olivo es un cultivo notoriamente seco, pero el cambio climático de los últimos años está minando su resistencia al clima árido. El calor y el elevado estrés hídrico al que están sometidas las plantas", continuó Sicolo, “son factores de riesgo para el desarrollo y la maduración de la fruta no sólo en la próxima campaña, sino que también podrían repercutir negativamente en las siguientes.
El alto nivel de sostenibilidad del olivo justificaría importantes medidas políticas destinadas a apoyar la competitividad de un sector estratégico para el Made in Italy y perfectamente en línea con la misión verde declarada por la UE en los principios que inspiran el Fondo de Recuperación. La petición constante de aumentar la competitividad de la cadena de suministro”, dijo Sicolo, "no es coherente con el hecho de que no se disponga de las herramientas adecuadas para alcanzar los estándares deseados, como en el caso de los sistemas de riego. El porcentaje de olivares de regadío en relación con la superficie olivarera nacional sigue estando lejos de un nivel aceptable.