El sector agroalimentario aprovechará las ayudas europeas para reforzar la digitalización, la innovación y la sostenibilidad
España tiene previsto recibir unos 140.000 millones de euros en transferencias y créditos en el periodo 2021-2026 procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado por la Comisión Europea, que se estructura en torno a cuatro ejes transversales y plenamente alineados con las agendas estratégicas de la UE y los objetivos de desarrollo sostenible: transición ecológica, transformación digital, igualdad de género, y cohesión social y territorial.
Estas ayudas suponen un importante estímulo para la modernización económica de España y, en particular, del sector agroalimentario, que tiene un carácter estratégico, y que ha demostrado su fortaleza durante la crisis sanitaria, batiendo récord de exportaciones, y garantizando el suministro de alimentos variados, de calidad y en cantidad suficiente. "Los fondos no solo están para cubrir necesidades presupuestarias, sino para ayudar a la transformación de futuro”, afirmó Luis Planas durante la clausura del curso de verano 'Los fondos europeos: reto y oportunidad para la transformación de España', organizado por el Real Centro Universitario Escorial – María Cristina, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación puso en valor el compromiso de la Unión Europea para impulsar la recuperación de los Estados miembros, principalmente con el instrumento Next Generation UE. Se trata del mayor plan de estímulo financiado en Europa, con 806.900 millones de euros que, sumados al presupuesto ordinario plurianual comunitario, suponen más de 2 billones de euros. Su departamento gestionará 1.051 millones de euros, a los que se suman las cuantías asignadas a otros ministerios y que también benefician al sector agroalimentario. A ello se suman los 47.724 millones de la Política Agraria Común (PAC).
Con estas inversiones se busca reforzar el sistema agroalimentario y pesquero, mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria, fomentar la innovación y la eficiencia energética, y lograr un mejor uso de los recursos, especialmente los hídricos. Planas hizo hincapié en las inversiones destinadas a la modernización de regadíos, para hacerlos más eficientes y sostenibles. También se pondrá especial atención al impulso de la agricultura de precisión, eficiencia energética y energía circular en el sector agrícola y ganadero. Igualmente se acometerá la “modernización de algunos sectores pioneros de nuestra agricultura, como los invernaderos, que ahora necesitan un enfoque distinto”.
Además, el MAPA trabaja con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y otros departamentos en un proyecto estratégico de recuperación y transformación económica (PERTE) para el sector agroalimentario.