Conocemos las claves del éxito de cuatro almazaras que cuentan con una producción pequeña y diferenciada
Las pequeñas almazaras pueden ser muy competitivas
En los últimos años se han escrito ríos de tinta sobre si las pequeñas almazaras, a pesar de contar con pequeñas producciones, podrán sobrevivir en un futuro no muy lejano. La convicción, como mínimo de sus propietarios, es que sí, siempre y cuando se de con la tecla para ofrecer un producto diferenciado y alternativas de negocio para competir contra las grandes almazaras y cooperativas.
La diferenciación mediante una mayor trazabilidad del producto, una formación específica de sus trabajadores y la búsqueda de negocios complementarios como el oleoturismo son algunas de esas ventajas que busca el propietario de una pequeña almazara en un mercado que exige más producción y que parece haber puesto el foco en las grandes explotaciones en superintensivo o seto para ser viable en un futuro.
Pero las pequeñas almazaras cuentan con otros planes de futuro. Hemos planteado a cuatro de ellas las siguientes cuestiones:
1) ¿Cuál cree que es la principal ventaja competitiva que puede tener hoy en día una pequeña almazara como la suya?
2) La clave para poder competir en frente a los grandes 'monstruos' de la producción es la diferenciación del producto. ¿Cuál ha sido la estrategia de tu almazara en este sentido?
3) ¿El oleoturismo puede ser una buena opción de futuro?
Almazara Molero Maza (Lobón, Badajoz)
Almazara familiar que comenzó su andadura en 2014. El proyecto surgió para dar una mayor rentabilidad a las explotaciones de olivos familiares. Se trata de fincas de olivar tradicional ecológico de secano, que por sus características no pueden competir con las nuevas plantaciones de superintensivo.
Moltura una media de un millón de kilos de aceituna, de los cuales más o menos la mitad corresponden a maquilas de otros clientes. Vende aceite por todo el territorio españo, fundamentalmente en la propia provincia de Badajoz, además de exportar a países como Alemania, Paises Bajos o Japón.
1) Nuestra principal ventaja es la versatilidad, que nos permite adaptarnos para obtener aceites de altísima calidad, tanto para nuestros aceites como para los de nuestros clientes de maquila. Esta calidad viene abalada por los premios y reconocimientos que consiguen dichos aceites año tras año, tanto a nivel regional (Navalvillar de Pela, Diputación de Badajoz, Extrema Selección), como a nivel internacional (Ovibeja, Olive Japan, Evooleum, Premios Mezquita, etc.). También los aceites de los clientes de maquila han obtenido importantes premios (Extrema Selección, Premios Mezquita, ESAO, Olive Japan...)
2) Nuestra estrategia ha sido diferenciarnos apostando por la excelencia en la calidad, y manteniéndola en el tiempo podemos conseguir llegar al cliente. Hoy en día hay que elaborar un producto que satisfaga las necesidades del cliente, y para ello tenemos dos opciones, o precio o calidad. En el primer caso nosotros no podemos competir con grandes almazaras y envasadoras, por consiguiente apostamos por lo segundo. Además, si vas a precio es muy fácil que dejen de comprar si aparece otro mas barato. Mientras que en el segundo caso, si el cliente está satisfecho con la calidad y el servicio suele ser mas fiel y repite en la compra.
3) El oleoturismo puede ser una opción de futuro para mejorar la rentabilidad de los olivares. Pero sobre todo de olivares tradicionales, que por sus características son mucho menos rentables que los olivares modernos. Por eso debemos poner en valor ese olivar tradicional, que es parte de nuestra cultura y nuestra historia; y como ejemplo de cuidado del medio ambiente y creador de biodiversidad.
Bardomus (Alcalà de Xivert, Castellón)
Actualmente produce unos 300.000 kg. de aceituna por campaña. Además de la zona de Levante, sus aceites llegan principalmente a toda Europa, destacando Alemania con un proyecto de crowdfarming (apadrinamiento). También está en mercados asiáticos como Corea del Sur.
2) No podemos competir en precio con este tipo de empresas, por lo que nuestra diferenciación siempre será la calidad del producto, tener una pequeña almazara nos permite hacer aceites a la carta, controlando la aceituna en el campo, buscar el momento óptimo de recolección, controlar todos los procesos de producción del aceite desde la recepción de la aceituna en el patio, la molturación, tiempos de batido, filtrado, bodega, etc.
Para nosotros también es muy importante la presentación del producto, y el canal de distribución, llegando directamente del productor hasta el consumidor final.
En la almazara se molturan 300.000 kg de aceituna al año.
3) En nuestro caso el oleoturismo es fundamental, y más en la situación geográfica en la que nos encontramos. La zona del Mediterráneo de la localidad de Alcossebre (Alcala de Xivert -Castellón es una de las zonas turísticas más importantes de la Comunidad Valenciana, congregando una gran cantidad de turistas alemanes, ingleses y turismo nacional con segundas residencias en esta zona.
Una de las maneras de introducir nuestra cultura mediterránea tiene que ser mediante el oleoturismo, aprovechando las sinergias y unirnos con otros productores de la zona con otro tipo de productos como el vino, productos agrícolas, ganaderos, dándonos a conocer a todo el mundo. Actualmente existe una corriente de pequeños productores que están haciendo muy bien las cosas y que se están consiguiendo la tan ansiada diferenciación.
Almazara As pontis (Eljas, Cáceres)
El proyecto de Almazara As Pontis comenzó en 2008, una empresa familiar con muchas ganas de elaborar grandes AOVEs, se ponía a trabajar por y para la calidad, sin olvidar el respeto por el medio ambiente y con la idea clara de revalorizar la variedad Manzanilla Cacereña, activando la economía del olivar para ayudar a bajar los índices de despoblación que tanto sufren algunas poblaciones cacereñas.
Las campañas varían mucho en la cantidad de molturación, con algunas más escasas en las que se molturan unas 2.000 toneladas, y con mejores campañas donde incluso se puede doblar ó triplicar eso producción, dado que las becerias castigan mucho su olivar.
A día de hoy, exporta el 85% de su AOVE Vieiru a 21 países. Desde sus comienzos, la exportacion fue fundamental para poder hacer viable el proyecto de la familia As pontis. La calidad de sus AOVEs está contrastada en los más de 240 reconocimientos nacionales e Internacionales que llevan logrados en su andadura, todos con la ayuda y el trabajo impecable de sus oleicultores.
1) De las diversas ventajas que a mi juicio tenemos, una de las principales es tener todo el proceso controlado de manera muy cercana y personal. En nuestro caso la sinergia olivar-almazara es mucho más próxima, dado que está en muy pocas manos toda la labor de trabajo desde el olivar hasta la bodega. Eso hace que se tenga conocimiento de todo lo que se está recolectando y transformando después, así es más ventajoso con respecto a la calidad de los Aoves Manzanilla cacereña elaborados en As Pontis.
2) Desde que nacimos la baja producción del olivo sumado al bajo rendimiento graso marcó mucho nuestra filosofía y nuestro empeño con la calidad de los AOVEs 100% Manzanilla Cacereña que elaboramos. Así, desde el primer momento, nos centramos en la calidad para diferenciar y revalorizar los AOVEs que con tanto esfuerzo elaboramos. La calidad es una diferenciación por si sola, y hace que Vieiru sea un AOVE referencia en la variedad 100% Manzanilla Cacereña.
Cuando invitas a conocer los olivares, la tierra que nos vio nacer, la historia, la gastronomía de la zona, tus AOVES, de esas experiencias la gente no se olvida. Y eso hace que un poco de tu proyecto, de tu idea, quede muy dentro de aquellos que lo han vivido. Compartir y enseñar el mundo del olivo y del AOVE es sin lugar a dudas otro pilar indispensable en las almazaras.
Almazara La Alquería (Muro de Alcoy, Alicante)
La familia que gestiona esta almazara alicantina ha contado con olivos toda la vida, en un principio como socios de una cooperativa. Su objetivo, desde siempre, fue apostar por la agricultura ecológica y en la cooperativa no había esa inquietud. Fue entonces cuando desde La Alquería se decidieron por elaborar sus aceites en su propia almazara.
Por otro lado, también tenían claro que además de ecológico, debían elaborar pensando en la máxima calidad posible, ya que por volumen no podían competir con almazaras más grandes. Su estrategia se ha basado siempre en la máxima calidad y una apuesta firme por variedades autóctonas.
1) La personalización de nuestros productos, una atención a nuestros clientes de una forma muy personal y transparente, pudiendo prácticamente elaborar aceites a la carta para cada uno de nuestros clientes, además de un control de trazabilidad absoluta. Casi podemos decir de qué olivo está elaborado el aceite de cada botella, y eso es algo que ofrece una garantía desde el punto de vista de la seguridad alimentaria que pocos pueden decir. Además nos hemos preocupado por tener certificaciones que así lo acreditan, como el IFS Food (International Featured Standard).
2) La personalización, calidad de producto y la diferenciación varietal ha sido la clave, y, a su vez, el control sobre la trazabilidad de todo el proceso. Evidentemente la apuesta por que todos nuestros aceites estén reconocidos por el sello de agricultura ecológica ha ayudado en gran medida a ese posicionamiento.
Además tenemos un compromiso social importante, y colaboramos con entidades deportivas, patrocinando actividades gastronómicas locales y ayudando a comedores sociales. Es algo que nos enorgullece y que está dentro de nuestro compromiso personal con la sociedad en la que vivimos.
En la zona en la que nos encontramos seria casi un pecado no aprovechar este recurso, además de estar convencidos de que el consumo del aceite de oliva virgen extra pasa necesariamente porque la gente lo conozca en profundidad. Para ello el oleoturismo es la mejor herramienta.