Un buen mantenimiento es igual de importante que disponer de los separadores apropiados para eliminar cualquier tipo de objeto férrico

La limpieza de la aceituna cuando llega a la almazara es una de las primeras labores a realizar. Aunque en el campo se haya limpiado el fruto mediante la utilización de cribas, éste llega con un gran número de impurezas que se intentan depurar antes de la molturación mediante el uso de limpiadoras y lavadoras. Es una vez la aceituna está a punto de ser molturada cuando entra en juego un elemento tan 'invisible' como significativo en el proceso de elaboración: el separador magnético. Justo durante el proceso de decánteres se pueden ubicar estos imanes o unas parrillas magnéticas para tolva, apropiados para la separación de pequeñas partículas de hierro. En este artículo desarrollamos su función y cómo debemos realizar el mantenimiento de estos imanes para evitar la entrada de trazas metálicas a los aceites y averías en las propias máquinas.

Los separadores magnéticos existen en las almazaras prácticamente desde que entraron en molturación los sistemas continuos de extracción. "Cuando yo empecé a trabajar en mi almazara, allá por el año 1989, ya existían los imanes, aunque es cierto que no todas las almazaras disponen de ellos", explica Manuel Caravaca, maestro de la almazara jienense Molino las Torres.

Los separadores magnéticos forman parte de la cadena de producción de la almazara desde que se pusieron en marcha los sistemas continuos de extracción.

Los imanes en una almazara tienen una gran importancia, ya que su utilización previene la caída de objetos metálicos a los molinos evitando de esta forma el atranque de los mismos además de la posible rotura de las cribas con el consiguiente coste que eso tiene para la almazara. Además, elimina la contaminación férrica mezclada con las aceitunas al llegar a la almazara. "También en caso de que se haya roto la criba y caído en la aceituna molturada puede ir ocasionando atranques por donde vaya pasando, desde la bomba pistón, bomba de masa hasta incluso dentro del decanter, que sería lo más problemático", explica Caravaca.

Tornillos, alambres o cartuchos de escopeta suelen formar parte de los elementos que comúnmente se recogen gracias a los imanes instalados en la salida de las tolvas de almacenamiento o la entrada de los molinos.

“No disponer de estos separadores significaria entrar en la fase de molturación con elementos indeseados como clavos, alambres, tornillos, etc. que pueden dañar el molino. Además, con la humedad, el óxido que desprenden estos cuerpos férricos podría afectar a la calidad del producto final”, explican desde Selter, compañía con más de 60 años de experiencia fabricando aplicaciones magnéticas.

Bloques magnéticos Selter

La compañía gerundense Selter dispone de bloques y placas magnéticas que se pueden aplicar en la extracción de hierro del material que circula sobre una cinta transportadora, durante la caída en vertical o sobre canales inclinados, por encima de rampas, etc.

Estos bloques están provistos de imanes cerámicos montados de manera que generan un profundo campo magnético. Las superficies del imán que entran en contacto con el material están hechas de acero inoxidable (AISI 304).

Los dos principales sitios donde se suelen colocar los imanes son en la salida de las tolvas de almacenamiento y, sobre todo, a la entrada de los molinos, evitando que los objetos metálicos caigan dentro. “Para que sea lo más efectivo posible el separador debe estar indudablemente en la entrada del molino”, explica Carlos Roces, ingeniero comercial de la empresa Felamamg, especializada en equipos y componentes de elevación y separación magnética.

"Desde Selter aconsejamos el uso de placas o bloques magnéticos que deben colocarse sobre la cinta transportadora. La limpieza se realiza de forma manual, y si la cantidad de contaminación férrica fuese considerable, puede hacerse mediante bandejas extractoras", explican desde la empresas gerundese.

En este mismo sentido se posicionan desde Felamamg. "Las placas magnéticas y separadores de limpieza manual son los modelos más usados por nuestros clientes para esta aplicación en la almazara". En el caso de otros metales que no son ferromagnéticos, como aluminio, acero inoxidable, etc., se debería contar con detectores, de aplicación poco común en el caso de las almazaras", añade Carlos Roces.

Imagen de carretilla con una gran cantidad de elementos metálicos, sobre todo cartuchos de escopeta, recogidos de los separados magnéticos en una almazara.

“Y más que diferentes formatos, lo que existen son diferentes formas para adaptarlos a los sitios donde se vaya a colocar, los hay en forma tubular sujetado a los extremos de las tolvas, en forma cuadrada y también tubular a la entrada de los molinos, pero lo más importante a la hora de colocar un imán es su ubicación. Ha de estar allí por donde va el flujo de aceituna, sin que esté muy separado ya que puede ser menos efectivo, ni que tampoco esté muy pegado a la caída de la aceituna ya que esta misma caída podría ir desprendiendo los objetos metálicos que están adheridos, como suele pasar con los cartuchos de las escopetas que suelen caerse con facilidad de los imanes”, considera Manuel Caravaca.

Placas magnéticas Flemamg

Las placas magnéticas de imán permanente de Flemamg cuentan con una superficie totalmente lisa, son compactas, robustas y poco voluminosas. Su construcción es en acero inoxidable no magnético soldado, cuentan con una bisagra muy robusta, también de acero inoxidable, y los imanes están totalmente protegidos dentro de la caja de acero inox. soldada. Sus dos polos magnéticos de imán permanente cerámico cuentan con máxima atracción y una duración práctica ilimitada. El campo magnético queda repartido sobre la totalidad de la superficie de la placa.

Estas placas no consumen energía, ni necesitan equipos auxiliares. Su mantenimiento se limita a la limpieza de rutina de los deshechos atraídos. Está disponible en octo tamaños y con ocho potencias diferentes.

La limpieza de los imanes es imprescindible para que sean lo más efectivos posible, ya que de ello depende que la acumulación de objetos metálicos pegados a ellos puedan hacer que se desprendan y caigan a los molinos.

"La limpieza y revisión de los imanes debe ser continua, y es uno de los trabajos que suelen desempeñar los operarios y que se debe de establecer como protocolo dentro de las operaciones a realizar en cada turno de trabajo, sobre todo cada vez que se acabe de molturar una tolva, que es cuando mejor se pueden limpiar", explica Manuel Caravaca.

Retirar los elementos pegados al separador magnético ha de ser uno de los trabajos dentro del protocolo de trabajo del operario de almazara.