AOVE y frutas y verduras para prevenir enfermedades coronarias
La Universidad de Córdoba ha publicado un estudio comparativo del efecto en el endotelio -las paredes que cubren las arterias- de dos modelos de dieta saludables distintos en 1002 pacientes que habían sufrido previamente un infarto agudo de miocardio. El estudio de la evolución de estos pacientes, realizado junto al Hospital Universitario Reina Sofía y el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica (IMIBIC), se llevó a cabo a lo largo de un año.
Durante el estudio, a la mitad de los pacientes se les recomendó seguir una dieta mediterránea, basada en el uso abundante de aceite de oliva virgen, el consumo diario de fruta y verdura, un consumo semanal de tres raciones de legumbres, tres de pescado y tres puñados de frutos secos a la semana. Además, se le recomendó que redujeran el consumo de carne, especialmente la carne roja, y que evitaran las grasas adicionales como la margarina y la mantequilla y los alimentos ricos en azúcar. Por el contrario, otro grupo recibió recomendaciones acerca de una dieta baja en grasas, basada en la limitación de todos los tipos de grasa, tanto animal como vegetal, y un aumento de la ingesta de carbohidratos complejos. Debían limitar el consumo de carne roja, elegir productos lácticos bajo en grasa, evitar los frutos secos y limitar el consumo dulces y pasteles.
En primer lugar, se analizó la capacidad de vasodilatación que tenían las arterias de los pacientes, muy importante para la adaptación a distintas circunstancias, como el ejercicio o en situaciones de estrés. En segundo lugar, se evaluó el nivel de daño permanente que se producía en el endotelio. Por último, se midió la capacidad de reparación de las arterias mediante los progenitores de células endoteliales, es decir, las células madre.
“Observamos que el modelo de alimentación mediterránea induce una función endotelial mejor, es decir, las arterias son más flexibles para adaptarse a distintas situaciones en las que se requiere un torrente sanguíneo mayor. Además, la capacidad regenerativa del endotelio era mejor y detectamos que se reducía drásticamente el daño en el endotelio, incluso en pacientes con riesgo severo”, explica José López Miranda, investigador del estudio y coordinador del grupo de investigación 'Nutrigenómica y Síndrome Metabólico' del IMIBIC.
Aunque la dieta mediterránea, rica en ácidos grasos monoinsaturados, ya había sido probada como una buena estrategia para mejorar la función endotelial, así como para pacientes con sobrepeso y niveles altos de colesterol, esta es la primera vez que se demuestran los beneficios de seguir la dieta mediterránea en pacientes con enfermedades coronarias, ayudándoles a reducir la probabilidad de sufrir de nuevo otro infarto de miocardio.