La automatización no es una opción
David Pozo
27/11/2020Los detractores de la automatización en las almazaras se han visto relegados en los últimos años. La revolución 'digital' en la que se encuentra inmersa la industria en esta última década hace ya tiempo que desembarcó en el sector oleícola, donde se están desarrollando herramientas digitales y automatizando procesos para controlar cada vez más variables del proceso en tiempo real. El binomio eficiencia-eficacia es el que genera industrias efectivas, además de conseguir inteligencia de negocio, clave para conocer al cliente y adeptarse a él. ¿Pero está nuestro sector al mismo nivel que otros del sector alimentario? ¿Y cómo queda la figura del maestro a medio plazo en el entorno de la nueva almazara inteligente?
1. Automatización, ¿opción u obligación?
A nadie se le escapa el gran salto adelante que ha dado nuestra industria en la última década, principalmente si tenemos en cuenta que la competitividad y la diferenciación se mide cada vez más por haber tomado la decisión óptima en el momento adecuado. Y para ello términos como percepción o experiencia dejan paso a modernos sistemas de control que ayudan al agricultor, al maestro y al gerente de la almazara a analizar la situación y realizar los cambios precisos al instante, ahorrando tiempo y costes. "Con casi 14.000 almazaras distribuidas por 67 países de los 5 continentes, con una distribución de 11,6 millones de hectáreas de olivar, generando ofertas de aceite de oliva inestables, sometidas a demandas más o menos lineales, la llegada de la almazara inteligente es una opción que proporciona eficiencia, así como, diferenciación al productor de aceite de oliva, es una de las diversas estrategias necesarias generadoras de valor añadido, que ya es una realidad, y que completa el círculo de la agricultura de precisión", considera el consultor estratégico Juan Vilar.
La automatización se impone en las almazaras, siendo el único camino para ser competitivos. Foto: Automatismos ITEA.
“Además de los cambios que se están produciendo con la digitalización de la industria, se producirá un solapamiento con los nuevos modelos productivos sostenibles que requiere la economía global, la economía circular, donde la industria del olivar tiene mucho que decir por el gran volumen de biomasa que genera, el 80% aproximado de la materia prima”, añade también el consultor Juan Antonio Espejo.
2. Los nuevos sistemas de automatización y la importancia en la toma de decisiones
“Decidir sin indicadores es el camino más directo hacia el fracaso empresarial, seria similar a conducir, caminar o montar en bicicleta con los ojos cerrados. En este caso los indicadores, no solo proporcionan información especialmente necesaria para poder decidir en tiempos de eficiencia, sino que además lo hace en tiempo real, permitiendo a la planta de forma autónoma, o a través de la intervención humana, la mejora de la eficiencia, y la eficacia, lo que se traduce en un mayor valor añadido, es decir, una rentabilidad superior”, afirma con contundencia Juan Vilar.
En este sentido, Juan Antonio Espejo ofece su visión de cómo la industria 4.0 ayudará a todo el universo de suministradores, operadores y clientes que conforman la cadena de la industria oleícola:
- Agricultor: Le ayudará, entre otros aspectos, en la información de riegos de plagas (ejemplo mosqueros electrónicos) para anticiparse con un tratamiento, o riegos de heladas para anticiparse a la recogida de la aceituna, etc.
- Encargado de patio de la almazara: Le facilitará la descarga de aceituna con la ayuda de una báscula inteligente, que clasifica el lote del agricultor en función de parámetros de calidad de la aceituna verificados en tiempo real con tecnología NIR/visión artificial, etc., o que ofrezca, por ejemplo, un aviso automático de 'riego de aceitunas heladas' antes de la descarga de un lote de aceitunas cuando el automatismo de la báscula cruce los datos de socios-proveedores de la almazara con el parte meteorológico de la zona enviado por Google Maps.
- Maestro de almazara: Le ayudará a la gestión de averías en las máquinas, con asistentes que dispararán avisos de rotura, por ejemplo, por rotura de rodamientos que suben el consumo y la temperatura de la máquina. También ayudarán a los alimentadores de masa de los decanter a autojustar el volumen de agua para que los decánters horizontales trabajen en régimen estacionario en el anillo hidráulico, así se conseguirá mejorar los agotamientos de las masas. La clasificación de la calidad de aceites en tiempo real de forma automática en los aclaradores gracias a NIR calibrados que pueden evaluar parámetros químicos será otra de las opcione, al igual que disponer de información en tiempo real del aforo de la bodega gracias a la instalación de sensores de carga en los depósitos.
- Gerente de la almazara: Permitirá la gestión integral de los sistemas de trazabilidad en la almazara (entrada de aceituna y salida de aceites), análisis de costes en tiempo real en la almazara, análisis de ventas y cálculo de liquidaciones a proveedores. Todo ello gracias a la conexión de todos los sistemas de proceso en la almazara con los sistemas de gestión ERP.
- Responsable de agronomía de la almazara: Gestión integral del cuaderno de campo de todos los olivareros suministradores de aceituna, con análisis basados en sistemas de Información geográfica, con imputación automatizada de compra de insumos a parcelas de olivar.
- Cadena de distribución: Facilitará los procesos de auditoría BRC, IFS, DOP/producción ecológica etc., gracias a sistemas de auditoría on line, sin necesidad de visitas físicas de auditores que verifiquen estos sistemas de calidad.
- Consumidor final: Dispondrá de una huella de trazabilidad inviolable de la botella de aceite asociada a un código QR unívoco verificable por teléfono móvil en el líneal del supermercado, con información remitida de parcelas y principales parámetros de proceso y composición química del aceite asociado a ese lote. También dispondrá de información nutricional avanzada del aceite basada en códigos internacionales LanguaL, aspecto el de la salud cada vez más apreciado en los aceites de oliva (composición fenólica, escualeno, triterpenos pentacíclicos, perfil de ácidos grasos, esteroles, etc). El consumidor también podrá solicitar la huella ambiental (de carbono e hídrica). El aumento de la compra online de los aceites obliga a su vez a darles más acceso a información avanzada para la toma de decisiones de compra.
3. Automatización sí, pero falta camino
“Se ha de avanzar en la monitorización objetiva y en tiempo real y también en crear sistemas realmente automáticos, incluir hoy día un autómata no es automatizar). La industria más avanzada aplica hoy día paradigmas de automatización muy avanzados con respecto a lo que hoy conocemos en el sector del aceite de oliva”, considera Javier Gámez, profesor asociado de la Universidad de Jaén. En este mismo sentido el investigador Joaquín Ros valora que "lo fundamental es que se puedan medir todos los parámetros del proceso que permitan al maestro tomar las decisiones adecuadas para elaborar los mejores aceites con los recursos de que dispone, y por otro lado, automatizar todas las actividades repetitivas, que ayuden a los operarios a evitar posibles errores humanos en el procedimiento.
José A. Espejo pone el foco en la almazara y en la trazabilidad. "Se ha de automatizar el cuerpo de fábrica: batidoras, decánter, centrífugas verticales, aclaradores, bodega. Hay demasiadas variables en una almazara que requieren de un monitoreo automatizado y toma de decisiones en tiempo real, algunas de ellas de forma automatizada. Por otro lado, el mercado actual obliga a una mejora global de la trazabilidad de todo el proceso desde el campo hasta la botella, creando sistemas de trazado inviolables informáticamente. Hay que dar seguridad y garantías al consumidor a través de consultas en tiempo real de trazabilidad y de calidad del producto que compra. Éste va a pedir cada vez más información sobre la sostenibilidad del producto que compra, así la huella de carbono y la huella hídrica serán parámetros que habrá que certificar en el producto final a corto plazo", afirma.
4. ¿Automatización a cualquier precio?
La pregunta que se hacen las almazaras es si el coste de automatizar queda compensado por el mercado en las condiciones actuales. "El inmovilismo y la falta de acción no ayudan a la mejora de la eficiencia, o la diferenciación, y por ende a la generación de valor. En un entorno tan turbulento como el actual, resulta necesario adecuarse y adaptarse a los tiempos buscando una ventaja competitiva. La innovación es una de las formas estratégicamente adecuadas para conseguirlo, no obstante hay muchas más que implican, a veces combinación de las mismas en su aplicación", comenta Juan Vilar.
"Otros países de nuestro entorno están avanzando rápidamente y para la mayoría de las almazaras es mucho menor el coste de adaptarse a la tecnología, que el que supone no hacer nada, tanto por el coste de oportunidad" como por el coste de pérdida de competitividad", opina Joaquín Ros.
5. Y el maestro de almazara se transforma
Arduo ha sido el debate en los últimos años de como la automatización afectará a la figura del maestro. Los especialistas en el sector coinciden en que en ningún caso desaparecerán de la almazara, sino que, como afirma Javier Gámez, su labor seguirá siendo vital, teniendo una base más tecnificada y comprenderá mejor los procesos y sus interdependencias. “El maestro es, y va a seguir siendo, una pieza clave en el proceso de fabricación de aceites, pues aporta en el proceso de elaboración un toque personal, que es difícilmente replicable de forma automática. Por supuesto, la automatización requiere de la adaptación de la labor del maestro, y su mayor formación de manera transversal y continua, como cualquier otra profesión técnica”, señala Ros. Una opinión que reafirma el consultor Juan Vilar: “El maestro de almazara o responsable del proceso, que ya tenia una función importante, pasa a tener un papel vital, una función fundamental, pues debe de conocer, intuir, dominar y supervisar todos y cada uno de los distintos subprocesos, desde el campo, e incluso a un conocimiento adecuado del mercado. La implantación de la almazara digital le exige que deba de formarse, e informarse en mayor medida, ampliando en el ámbito de la experiencia y el conocimiento, su transversalidad y multidisciplinariedad, que le permitan agilidad y flexibilidad en la toma de decisiones, y por ende en la optimización del resultado del proceso de molturación, vía mejora del valor añadido, tanto por la consecución de rangos adecuados de eficiencia, como de diferenciación”.
“El maestro estará sentado en una sala de control y tendrá una visión más completa y más al detalle de toda la almazara, y dedicará más tiempo a análisis de información para tomar decisiones más rápidas y rápidas”, opina José A. Espejo.