Invernaderos, explotaciones ganaderas y agrícolas, regadíos o industrias agropecuarias pueden generar energía limpia y ahorrar en sus consumos

Si hablamos de energías renovables, la energía del sol es la más aprovechable con un futuro brillante por delante, y si además hablamos de agricultura, el sol es una herramienta imprescindible para los cultivos y plantaciones. Hoy en día, este sector sabe de sobra los riesgos atmosféricos a los que están expuestos, por eso pasarse al autoconsumo y a la energía inagotable del sol, será su mejor aliado y a su vez, estarán contribuyendo positivamente al medio ambiente.

Según datos de la UNEF, el sector agrícola está recurriendo cada vez más a la energía solar, con un 25% de la potencia de autoconsumo total a nivel nacional.

Desde que cambió la regulación sobre el autoconsumo, la energía fotovoltaica se ha vuelto más accesible para diferentes públicos, y si algo tenemos en España que podemos aprovechar, es sol. El autoconsumo se está adaptando muy bien a la agricultura, y en aplicaciones como instalaciones de bombeo para el riego, generar energía limpia para hacer funcionar los sistemas eléctricos y de bombeo, supone un ahorro enorme que, además, disminuirá el regadío durante horas nocturnas. Por otro lado, gracias a la buena acogida del autoconsumo, los empresarios agrícolas se verán protegidos del aumento de otros costes como el de los combustibles convencionales.

Algunas de las actividades que podrían aprovecharse del autoconsumo para generar energía limpia y ahorrar en sus consumos serían: invernaderos, explotaciones ganaderas y agrícolas, regadíos, la industria agropecuaria, entre otros.

La empresa internacional MASPV Energy, apuesta por este sector y otros en expansión dentro del sector de las renovables, y se encuentra en desarrollo de una planta fotovoltaica de 500kWp para un proyecto de agricultura dedicado al cultivo de piñas en Panamá, uno de los países en los que MASPV cuenta con diversos proyectos de éxito.

Desde MASPV Energy, llevan la innovación por bandera y no dudan al afirmar que, con un proyecto eficiente de autoconsumo, las explotaciones agropecuarias o comunidades de regantes, podrían llegar a ahorrar un 30% o más en sus facturas de electricidad, lo que se traduce en un incremento de la rentabilidad de su actividad, e incluso supone una mejora eficiente en el uso del agua y la energía, que les permitirá ser más sostenibles y reducir su huella de carbono.