Sierra Mágina estudia alternativas sostenibles para el alpeorujo producido en sus almazaras
El alpeorujo se ha convertido en un problema para su eliminación, ya que las extractoras no cubren sus gastos de funcionamiento, y han solicitado en la presente campaña aportaciones a los productores por el procesado de este residuo obtenido en la extracción del aceite de oliva. En Sierra Mágina, y al amparo del Consejo Regulador, se constituyó en el año 2004 una central de ventas del alpeorujo producido por quince almazaras y cooperativas de la comarca, que se unieron bajo el nombre de 'Gestión de Alpeorujos de Mágina, S.L.' para buscar una solución conjunta a la eliminación de los alpeorujos, y con un carácter solidario, buscando apoyar a aquellas cooperativas más alejadas geográficamente de las plantas extractoras. Desde entonces, se han realizado las ventas de forma conjunta, trabajando con plantas extractoras de Jaén y Córdoba, habiendo podido cubrir el coste del transporte del mismo en la mayoría de los años, incluso con algún beneficio.
Sin embargo, dada la situación de la campaña actual, y la posibilidad de que pudiera repetirse en el futuro, el consejo de administración de la empresa ha acordado estudiar proyectos para dar salida a la producción de alpeorujo, de forma sostenible, y que pudieran crear actividad económica y empleo en la comarca de Sierra Mágina. Y una de las alternativas a estudiar será la producción de compost a partir de este alpeorujo, de forma que pudiera ser reutilizado en el olivar y cerrarse así el ciclo.
La producción media de alpeorujo gestionado por esta central de ventas asciende a unas 70.000 toneladas de media, y tiene su sede en el edificio del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sierra Mágina. En la actualidad ostenta la presidencia de la empresa Dolores Amezcua en representación de la SCA Bedmarense.