'Aceituno' y 'Dolorcitas' elevan a 80 los socios del Centro de Interpretación 'Olivar y Aceite'
El proyecto que impulsó hace más de seis años el Centro de Interpretación 'Olivar y Aceite' sigue creciendo. La incorporación de las empresas Aceituno y Dolorcitas, eleva a ochenta los socios que forman parte de la gran familia que ha creado en estos años la entidad. “Una presentación que nos produce gran satisfacción, como ha subrayado el presidente de 'Olivar y Aceite', Javier Gámez, pues gracias a la incorporación y trabajo de los socios extendidos a lo largo y ancho de la provincia, se expone claramente la decidida apuesta por promocionar el oro líquido. Un proyecto y unos socios que apuestan por la calidad, en una provincia que es punta de lanza de la comercialización y promoción del aceite de oliva virgen extra”.
Manuel Aceituno, gerente de la empresa familiar 'Aceituno' indica que es la tercera generación que se dedica a poner en valor el trabajo que se realiza en el olivar y concretamente en el olivar de montaña, pues sus olivares se encuentran ubicados en la Sierra Sur de Jaén, concretamente en Valdepeñas de Jaén, a unos 1.200 metros de altitud, apostando por la máxima calidad. Un aceite que lleva pocos años en el mercado, pues ésta es su tercera campaña cosechando importantes reconocimientos, como ha reconocido Aceituno, segundo más saludable del mundo por su composición de ácidos grasos, medalla de Oro en Japón y en Dubái, además de otros premios importantes cosechados en la anterior campaña.
Por su parte Manuel Raya y Lola Muñoz, en representación de la marca de aceite de oliva virgen extra 'Dolorcitas', pertenecen a una empresa familiar que como ha indicado Raya, no saben indicar exactamente a qué generación se remontan, pues “son muchas las pertenecientes, tanto por su parte como por la de su mujer, las que se han dedicado a mimar y cultivar unos olivares ubicados en la localidad de Lupión—centro geográfico de la provincia de Jaén, entre los ríos Guadalimar y Guadalquivir—a la que nos hemos sumado nosotros impulsados por una filosofía de vida, una vuelta a nuestros orígenes y tradiciones, ya que hay que cuidar las tierras como lo han hecho nuestros ancestros, y por eso nos hemos formado para intentar recuperar el ecosistema natural del olivar, creando para ello nuestro propio sistema de abonado, mimo en el cuidado del oliva, sin utilizar fitosanitarios ni fertilizantes de síntesis, utilizando solo minerales y productos orgánicos, por lo que estamos sumidos en un proceso de reconversión a ecológico”, ha señalado.
“Somos una empresa recién nacida, podría decirse, pues hemos lanzado nuestro aceite hace relativamente poco, por una serie de circunstancias que se han visto agravadas por la pandemia originada por el coronavirus”, ha puntualizado Raya. No obstante, en lo que se refiere al panel de cata presenta un frutado muy intenso y muy equilibrado entre amargo y picante.