La almendricultura es una alternativa real al olivar
El consultor estratégico Juan Vilar ha moderado el diálogo online 'La almendricultura como alternativa y complemento a la olivicultura', una cita inaugurada por la vicepresidenta 3ª de Diputación y presidenta del Consejo de Administración de Ferias Jaén, África Colomo y en la que participaron más de 500 profesionales de instituciones públicas y preivadas de 17 países.
Durante su intervención, Colomo comentó que “llevamos varios años potenciando y fomentando diversos cultivos alternativos al olivar, con el fin de diversificar la producción primaria de la provincia con el objetivo de que nuestra economía no dependa de un único producto y seamos capaces de abrir nuevos nichos de mercado y nuevas posibilidades de empleo”. “En este sentido –añadía- son varias las acciones que desde la Diputación se vienen trabajando, centradas en el almendro y el pistacho, sobre todo, y también en el cerezo y la stevia, entre otros cultivos”.
Juan Vilar se encargó de realizar un diagnóstico sobre la situación actual, tanto del olivar como del almendro. Así, indicó que “el olivar se encuentra en plena expansión, ya que son 11,5 millones de hectáreas del planeta en 67 países de los cinco continentes. En 2019, después de 20 años de crecimiento, hubo un parón y uno de los factores que provocaron este hecho fue el incremento en la plantación ese año de 70.000 Ha de almendro a nivel internacional”, apuntaba Vilar. Para el próximo año, se prevé una producción de 1,6 millones de toneladas de almendra, lo que supondrá un crecimiento del 33% en sólo dos años. “Este aumento más que considerable, que hay que tratarlo con cautela, ya que es complicado absorber ese aumento de la producción desde el punto de vista del consumo”, comentaba Vilar.
España es actualmente el mayor importador, y país con más superficie del planeta de almendro, seguido de Estados Unidos y Australia. En el mundo ya hay 1,2 millones de hectáreas de almendro, con producciones constantes de 1,9 millones de toneladas.
Manuel López, responsable comercial de Agromillora, realizó durante su intervención un recorrido geográfico por todo el planeta, analizando las plantaciones que se han realizado en los últimos años, tanto de olivar como de almendro. “Llevamos diez años viendo plantaciones y consideramos que el futuro, por nuestra experiencia, se encamina hacia el olivar el seto”, comentó López. Además, “estamos constatando que el comprador busca cada vez más la diferenciación del producto y en nuestro caso, ha buscado otro tipo de variedades como la arbosana, lecciana..., por ejemplo”.
Pablo Vega, director General de CBH, representa a una empresa que planta tanto olivar como almendro y tiene una visión especialmente significativa de lo que está sucediendo en el planeta. “La evolución ha ido dirigida hacia la mecanización y la reducción de costes en la producción. No hay ningún modelo económico que no trabaje en la rentabilidad de las explotaciones, y en ese sentido, trabajar en la reducción de costes es fundamental”, comentaba Vega. “En el caso del la almendra, el liderazgo de Estados Unidos, está propiciando que hayan absorbido el incremento de la producción tan espectacular que se está produciendo en los últimos años”, añadió.
Antonio Jiménez, director General de Dafisa, por su parte, apuntó que “necesitamos una implicación muy directa por parte del productor. El sector del olivar debe trabajar en el aumento del consumo y debe aprender de la labor realizada en Estados Unidos, primer productor mundial de almendra, que está trabajando muy duro en la comercialización, con una implicación muy directa del agricultor y creo que puede ser la línea a seguir en la olivicultura”.