Las organizaciones agrarias advierten que la Ley de Protección de Olivos Monumentales no es suficiente
La Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña, Unió de Pagesos y la Asociación de Cooperativas de Aceite del Baix Ebre y Montsià advierten que la Ley de Protección de Olivos Monumentales, aprobada en el Parlamento de Cataluña, no ha incluido un importe suficiente para cada olivo, tal como solicitaron en las alegaciones presentadas, aunque prevea destinar recursos públicos para el mantenimiento de estos árboles, así como tener en cuenta la opinión del campesinado propietario.
La gran mayoría de los enmiendas presentadas por las tres entidades en la tramitación de esta ley, con el objetivo de evitar limitaciones de la actividad agraria que ponían en peligro la viabilidad económica de las explotaciones y, por tanto, los olivos monumentales, han quedado recogidas en el texto aprobado, entre los que, además de asegurar el destino de recursos públicos para el mantenimiento, la limitaciones de la protección a los olivos milenarios, permitir el reagrupamiento dentro de la explotación, así como las tareas de cultivo, y que el Departamento de Agricultura también ha sido tenido en cuenta durante el desarrollo de la Ley.
Sin embargo, las entidades reiteran la necesidad de conseguir que en el desarrollo posterior la ley incorpore, en el marco de la Ley de presupuestos, una partida destinada a mantener estos olivos y olivares. Además, consideran que es necesario que en el momento que se desarrolle el Reglamento de aplicación de esta normativa, se incluya dentro de la Comisión Técnica los representantes del sector agrario, a fin de poder disponer de voz y voto en el desarrollo de ciertos aspectos que afectan directamente a la actividad agraria y, por tanto, los representantes de los agricultores, como la validación de los informes elaborados por los departamentos competentes, proponer formas integradas de protección frente la amenaza de plagas y los efectos del cambio climático, promover programas de intervención y conservación de cada ejemplar o la elaboración de una guía de buenas prácticas de cultivo.
Finalmente, a pesar de la rebaja en las sanciones inicialmente propuestas, las entidades consideran que estas siguen siendo exageradamente elevadas. Hay que tener en cuenta que los propietarios de estos olivos siempre han cuidado y, mientras que hasta ahora lo hacían voluntariamente, ahora deberán hacerlo de manera obligatoria, justamente en un momento en que el sector del aceite de oliva está sufriendo una grave crisis que pone en peligro la continuidad de las explotaciones.