El sector agroalimentario español se une frente a los aranceles de EE UU
La industria de alimentación y bebidas y representantes del sector primario han constituido una Plataforma para rechazar la imposición de aranceles en Estados Unidos a sus productos como represalia por el conflicto contra Airbus en el marco de la OMC y pedir tanto al Gobierno de España como de la Unión Europea la máxima implicación y firmeza ante esta amenaza a uno de los sectores más dinámicos de la economía española como es el agroalimentario.
Los sectores afectados por la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos se han unido así para reclamar soluciones ante un escenario que amenaza con perjudicar seriamente la solvencia de este mercado estratégico.
Todos los sectores representados en la Plataforma –FIAB, Asoliva, Asemesa, Anice, Febe, Fenil, FEV, Fenaval, Asozumos, CooperativasS Agro-Alimentarias, Asaja, COAG y UPA– coinciden en que la decisión adoptada por la Administración Trump responde a una medida injusta y perjudicial y por ello reclaman incrementar la presión negociadora hasta el último momento, tanto en las relaciones directas del Ejecutivo español con Estados Unidos, como por parte de la Unión Europea, para llegar a un acuerdo que evite la aplicación de los aranceles o al menos su “congelación”.
“No queremos ser moneda de cambio en una disputa ajena. Es fundamental la intervención al más alto nivel del Gobierno, la Comisión Europea y de los países aliados para evitar una guerra comercial abierta que será perjudicial en todas las direcciones”, señalan desde la Plataforma.
En cualquier caso, desde el sector agroalimentario español se exige también a la Unión Europea que adopte medidas concretas y contundentes y recuerda que se puede hacer frente a la amenaza de la Administración Trump imponiendo tasas a productos estadounidenses. “Bruselas cuenta con la aprobación de la Organización Mundial de Comercio para imponer tasas a productos estadounidenses por valor de 4.000 millones de dólares”, aseguran.
Además, la Plataforma considera necesario que se empiece a trabajar de manera conjunta con los sectores en un plan concreto para la compensación a los afectados que pueda paliar el efecto negativo que provocarán los aranceles. “Estas medidas deberían ser efectivas a partir del día 19 de octubre, un día después de la fecha que está prevista que los aranceles entren en vigor, hasta que se llegue a una solución pactada. Además, en el caso de la aceituna negra las medidas de compensación deben incluir el daño sufrido desde el 28 de noviembre de 2017”, afirman.
Con 1.843,47 millones de euros exportados en 2018, actualmente Estados Unidos es el primer mercado de destino de las exportaciones de alimentos y bebidas después de la Unión Europea. Las medidas arancelarias ponen en peligro las ventas a este país de los 8 sectores más afectados -aceite de oliva, vino, aceitunas, quesos y otros lácteos, productos del porcino, zumos, cítricos, licores, moluscos y frutas preparadas o conservadas-, y podrían suponer la pérdida de más de 5.000 empleos en España.