Los olivareros se echaron a la calle para reclamar precios justos
La manifestación partió de la Puerta de Alcalá y se dirigió a la Glorieta de Atocha, donde se ubica la sede del Ministerio de Agricultura. Entre las decenas de miles de manifestantes se encontraban olivareros que habían partido de madrugada con cientos de autobuses desde Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Aragón, Comunidad Valenciana, Cataluña y La Rioja. Los olivareros aseguran que llevan “demasiado tiempo” con una “profunda crisis” de rentabilidad que ni siquiera les permite cubrir sus costes de producción. Los convocantes exigen una revisión urgente de las normas de regulación del mercado porque las actuales “no funcionan”.
Los organizadores apelaron a las Administraciones. “Todas tienen que ponerse manos a la obra para resolver esta crisis”, que además ahora se ve agravada por guerras comerciales “ajenas al sector” pero con efectos que se prevén “muy dañinos”, como la iniciada tras el anuncio de los aranceles del 25% por parte del presidente Trump.
El decálogo de medidas necesarias para reactivar los precios en el campo según las organizaciones son:
- Exigimos precios justos para un olivar vivo.
- Revisión completa del sistema de almacenamiento privado, con actualización inmediata de los precios de desencadenamiento que tengan en cuenta los costes de producción.
- Establecimiento de normas de autorregulación del mercado con carácter obligatorio para todo el sector.
- La PAC debe asegurar el mantenimiento del olivar y el relevo generacional.
- Medidas de apoyo para los olivares con mayores dificultades, cuyo papel socioeconómico, ambiental y paisajístico es fundamental para el mantenimiento de nuestros pueblos.
- Las políticas de lucha contra el despoblamiento deben tener en cuenta la capacidad del olivar rentable para fijar población.
- Perseguir las actuaciones que provocan una banalización del aceite de oliva y su utilización como producto reclamo. Promover un mejor conocimiento de las calidades del aceite de oliva por parte del consumidor.
- Legislar de manera clara y contundente para acabar con la venta a pérdidas. Perseguir actuaciones que vulneren las normas de competencia y mejorar la transparencia en la formación de precios del aceite.
- Apoyar la concentración y el asociacionismo para mejorar el valor añadido obtenido por los productores.
- Asegurar por parte de las administraciones la trazabilidad y la calidad del producto ofrecida por los productores y preservar el prestigio del aceite de oliva español reconocido sobradamente por su alta calidad a nivel mundial.