La isla japonesa de Shodo acoje el jardín de olivos más oriental del planeta
La isla de Shodo se encuentra en el Mar Interior de Seeto, situado en el sur de Japón. Este enclave de 170 km2, la isla más grande de este mar, goza por su localización de un clima muy similar al mediterráneo, con inviernos suaves y veranos calurosos, lo que le ha permitido especializarse en el cultivo del olivo.
La isla cuenta además con la presencia de las famosas gargantas de Kankakei, en las que se aprecia los relieves maravillosos que la erosión ha tallado sobre las rocas que las conforman, pero lo que realmente es singular en ella, es su jardín de olivos, según informa en su último boletín el consultor estratégico Juan Vilar.
A comienzos del siglo pasado se intentó introducir el cultivo del olivo en Japón, adaptándose y sobreviviendo el cultivo solo en esta isla, que a veces es denominada Isla Olivo. En ella habitan 32.000 habitantes que gozan de los 2.000 olivos de la variedad Mission, que florecen cada primavera.Este hecho, ha popularizado a la isla, que recibe anualmente muchos visitantes para poder asombrarse de las vistas que este jardín de olivos del país Nipón ofrece.
Japón, en su conjunto, es un país que se interesa por la cultura del olivo y de su AOVE, pese a que no goza de un clima adecuado para la propagación de su cultivo, según Vilar. A pesar de ello, cada vez más olivos centenarios, de troncos retorcidos procedentes principalmente del sur de España, ocupan su lugar en parques y jardines urbanos a lo largo de todo el país, representando la identidad que este cultivo ofrece.