La UJA sigue pidiendo más cambios a la RAE sobre la denominación de aceite de oliva
La Universidad de Jaén y el Consejo Económico y Social de la Provincia (CES) consideran positivas, pero no suficientes, las actualizaciones de las definiciones de aceite de oliva y aceite de oliva virgen realizadas por la Real Academia de la Lengua (RAE) a propuesta de ambas instituciones. Dicha solicitud se remonta a principios de 2016, cuando remitieron un escrito al director de la Real Academia Española en el que solicitaban un cambio en las denominaciones de los aceites de oliva por considerar que las recogidas por la RAE eran erróneas e inducían a confusión a los consumidores.
El rector de la UJA, Juan Gómez, ha manifestado que considera positiva esta actualización, porque contribuirá a mejorar el conocimiento que se tiene sobre los aceites de oliva por parte de los consumidores, favoreciendo de esta manera su comercialización. Asimismo, ha señalado que la UJA, junto al CES Provincial, seguirá trabajando en esta línea, “así como en otras iniciativas que ayuden a mejorar la competitividad del tejido empresarial del sector”.
En este sentido, la Real Academia Española, en la entrada aceite, definía el aceite de oliva y el aceite de oliva virgen en los siguientes términos: 'Aceite de oliva' como “Líquido graso de color verde amarillento, que se obtiene prensando las aceitunas”; 'Aceite de oliva virgen', como “Aceite de oliva obtenido por primera presión en frío”. Con las propuestas aceptadas, las definiciones quedan de esta manera: 'Aceite de oliva' como “Aceite obtenido de las aceitunas” y ‘Aceite de oliva virgen’ como “Aceite obtenido directamente de las aceitunas y solo por procedimientos mecánicos”.
“Aunque no estamos del todo contentos con el cambio, puesto que insistiremos en la incorporación del aceite de oliva virgen extra, algo se ha avanzado en sentido positivo”, ha apuntado Manuel Parras, catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados y presidente del CES Provincial. Además, Manuel Parras recuerda que, en el escrito remitido a la RAE en 2016, además de argumentar lo poco apropiado de las anteriores denominaciones, se hacía referencia a que uno de los retos que el sector oleícola tiene por delante es que los consumidores distingan entre los distintos aceites de oliva y conozcan sus elementos diferenciales, “una cuestión que no es menor porque esta confusión perjudica los esfuerzos que en calidad están haciendo los oleicultores jiennenses”. También considera que “hemos de lograr que los propios productores sepan los tipos de aceites de oliva y sus elementos diferenciales, puesto que sucede que pocos lo saben y necesitamos que los productores sean los primeros embajadores de los aceites de oliva”, apunta.