Un filtro con un residuo de la industria cerámica elimina pesticidas del agua
Un filtro basado en un residuo de la industria cerámica permite eliminar herbicidas y pesticidas del agua. Investigadores del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (IRNAS-CSIC) han logrado eliminar tres pesticidas comunes aplicando en su nueva técnica bentonita, una arcilla de grano fino que mejora el proceso de filtración y reduce sus costes. Han modificado las propiedades de la bentonita. Mediante la eliminación previa de carbonatos, y asimismo añadiendo, bien una disolución de hierro, o bien una de un catión orgánico.
“Este material presenta cualidades adecuadas de filtrado de pesticidas cuando sufre una doble modificación. Por un lado, la alteración orgánica transforma su naturaleza de hidrofílica a hidrofóbica para adsorber, es decir, de adherir a su superficie, compuestos orgánicos. Por otro, la inorgánica eleva la acidez superficial, lo que genera mayor capacidad de adsorción de ciertos plaguicidas”, explicó a la Fundación Descubre Beatriz Gámiz.
El trabajo previo del IRNAS con este tipo de arcilla ha facilitado conseguir un buen resultado en el encargo que recibieron de la Fundación Innovarcilla, de Jaén. “Es la primera vez que se utiliza esa arcilla con tal fin, nuestra hipótesis partía de que la modificación de una bentonita de bajo valor puede mostrar una alta afinidad por los pesticidas, y usarse como material adsorbente”, apunta la responsable del estudio.
El trabajo dirigido por la investigadora del IRNAS Beatriz Gámiz se enmarca en el Proyecto de Excelencia de la Junta de Andalucía P11-7400, financiado por la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad; y Contract RECUPERA 2020 MINECO-CSIC.
Para ello, los expertos han modificado las propiedades de la bentonita. Mediante la eliminación previa de carbonatos, y asimismo añadiendo, bien una disolución de hierro, o bien una de un catión orgánico. “Este material presenta cualidades adecuadas de filtrado de pesticidas cuando sufre una doble modificación. Por un lado, la alteración orgánica transforma su naturaleza de hidrofílica a hidrofóbica para adsorber, es decir, de adherir a su superficie, compuestos orgánicos. Por otro, la inorgánica eleva la acidez superficial, lo que genera mayor capacidad de adsorción de ciertos plaguicidas”, explica a la Fundación Descubre la investigadora del IRNAS Beatriz Gámiz.
El trabajo previo del IRNAS con este tipo de arcilla ha facilitado conseguir un buen resultado en el encargo que recibieron de la Fundación Innovarcilla, de Jaén. “Es la primera vez que se utiliza esa arcilla con tal fin, nuestra hipótesis partía de que la modificación de una bentonita de bajo valor puede mostrar una alta afinidad por los pesticidas, y usarse como material adsorbente”, apunta la responsable del estudio.