El olivar tradicional español en serio riesgo de abandono
En España, el Olivar Tradicional No Mecanizable (OTNM) supone del orden de 500 mil hectáreas, es decir, más del 20% del total de olivar en nuestro país y de 200 mil pequeñas explotaciones (de entre 1 y 3 hectáreas cada una) de unas 300 mil familias de Andalucía, Castilla-La Mancha, C. Valenciana, Cataluña y Aragón, que podrían desaparecer en los próximos 10 años. Esta es la principal conclusión del Informe 'Salvemos el buen aceite', elaborado por el analista oleícola internacional Juan Vilar y encargado por Deoleo.
En los últimos 6 años, la olivicultura internacional ha experimentado una gran expansión, con más de 11,6 millones de hectáreas de olivar distribuidos en 64 países productores, encabezados por España, Italia y Grecia. Durante los últimos 15 años, se ha pasado de 46 a 64 países productores, se han plantado 1,65 millones de hectáreas (10 nuevos olivos cada segundo) y se ha incrementado un 34 % la producción mundial. La capacidad productiva potencial del olivar mundial ha aumentado hasta los casi 5 millones de toneladas de aceite de oliva anuales.
Por otra parte, se ha producido una caída del consumo de más de 5 puntos porcentuales acumulados en las últimas 9 campañas y que, en la última y según datos del Consejo Oleícola Internacional (COI) y del propio Juan Vilar, ha sido de casi 3 millones de toneladas. En España, primer país productor y uno de los principales consumidores de aceite de oliva del mundo, el consumo también está descendiendo. El crecimiento en la categoría Virgen Extra (AOVE), no compensa la bajada general. Por tanto, y como se desprende del informe realizado por Juan Vilar para Deoleo, la sostenibilidad del olivar español, especialmente el OTNM, característico de nuestro país, está en serio peligro, sobre todo debido a la brecha creciente entre producción y consumo en España y en todo el mundo.
No obstante, en declaraciones de Juan Vilar, “es posible, y necesario, revertir esta situación. Hace falta el compromiso de todos los agentes del sector para mantener un tipo de olivar que tiene un importante papel social, económico y medioambiental, que es típicamente español y que, por su singularidad, aporta una enorme riqueza y variedad a la oferta de aceite de oliva”.
Actualmente, ya se encuentran en proceso de abandono más de 130 mil hectáreas de este tipo de olivar, único y muy característico de España, que utiliza varietales autóctonos, adaptados a sus climas y suelos, con un perfil organoléptico diferencial y propiedades exclusivas de aceites de olivaque, en otro caso, no existirían. El OTNM aporta además beneficios medioambientales como la absorción de CO2 (1 millón de toneladas al día), la reducción de la erosión del suelo y la desertización, así como el mantenimiento del ecosistema animal. Otro de los claros efectos de estos olivares es el mantenimiento del empleo y por tanto el freno a la despoblación rural, en territorios con climas y orografías donde otros cultivos no pueden prosperar.
Como propone Juan Vilar, estratégicamente hay distintas alternativas eficaces que solventan esta situación. En primer lugar, es necesario que la demanda absorba a la creciente oferta mediante políticas de instituciones gubernamentales o no, de carácter macro, que establezcan un entorno adecuado de consumo, donde todos los olivares, sean cuales sean, resulten económicamente rentables. Tras ello, el olivar tradicional ha de impulsar estrategias de diferenciación y singularización, y promover que el usuario adquiera su producto singular y de valor añadido, por un precio superior que garantice una mayor renta neta al olivicultor en origen. Ejemplos claros de este tipo de estrategias son la olivicultura ecológica, olivicultura biorregenerativa, olivicultura biodinámica, olivicultura heroica, aceites singulares, etc.; los cuales se están ejecutando en origen y el consumidor debe conocer para poder valorarlo adecuadamente. También resulta importante optimizar los costes, aunque estos en este caso tienen un límite de optimización obligado.