AEMO aboga por un precio digno para el aceite de oliva
Presidida por Ana María Romero, alcaldesa de Montoro, y con la presencia de miembros de la Junta Directiva y de diversos municipios socios, se celebró el pasado lunes 6 de mayo la Asamblea de la Asociación Española de Municipios del Olivo (AEMO) en el salón de plenos de la Diputación de Córdoba, y en ella los municipios del olivo aprobaron por unanimidad un documento que aboga por la rentabilidad del cultivo en España.
En primer lugar, la Asamblea aprobó las nuevas altas en la Asociación con la incorporación de importantes socios como los ayuntamientos de Montilla, El Carpio, Pedrera o Ribera del Fresno, entre otros. Por tercer año consecutivo AEMO presenta un crecimiento en el número de socios que ya suman 130, habiéndose invertido definitivamente la tendencia que comenzó con el inicio de la crisis del 2008. Además la Asamblea aprobó por unanimidad unas cuentas saneadas de cierre de 2018, así como el presupuesto previsional de 2019.
En cuanto a las acciones propuestas para el nuevo año, los socios acordaron la potenciación de RECOMED desde España, toda vez que AEMO acaba de revalidar la presidencia de esta red transnacional, así como otras propuestas y actividades. Entre todas ellas cabe destacar la creación de una Escuela de Cata de aceite de oliva que pretende formar nuevos profesionales del análisis sensorial en las diferentes provincias de AEMO, y también difundir las excelencias del zumo de aceituna entre los consumidores mediante catas divulgativas.vAsimismo los socios aprobaron la solicitud de dos nuevos proyectos, uno de ellos europeo en el marco de Recomed, iniciativa ENI, destinado a la potenciación del papel de los jóvenes y mujeres en el sector oleícola, y otro fundamentado en un Grupo Operativo multidisciplinar para la determinación de un modelo de predicción de cosecha a tiempo real.
AEMO aprovechó para insistir en que debe imperar la tranquilidad en el ámbito de los precios, que la Cuenca Mediterránea producirá solo el aceite que el mundo demanda, y que por tanto es momento de mantener la cabeza fría y el pulso firme, y hacer valer un producto único que el consumidor ha sabido reconocer y valorar, y que por tanto no debe ser banalizado en origen, y menos desde la propia producción.
Por otro lado desde los municipios del olivo se hace un ruego más: evitar que el precio de los aceites de oliva en los lineales llegue hasta valores temerarios. "Seamos responsables todos los eslabones de la cadena de valor y rehuyamos ofrecer al consumidor el rey de todos los aceites a precios de ruina que solo generarán pérdidas a todos, desde el olivarero hasta el propio distribuidor", expresan.