Cifras récord de exportación para el aceite de oliva español
Un estudio que acaba de publicar la escuela de negocios EAE bajo el nombre 'El sector oleico: Producción a nivel nacional e internacional' extrae que las exportaciones de aceite español alcanzarán cifras record de 1.200 miles de toneladas en la campaña 2018-2019, debido a las bajas producciones de Italia y Grecia, así como el resto de los países mediterráneos, a excepción de Marruecos.
Para la campaña 2018/2019, la previsión es que la producción mundial supere los 3.100 miles de toneladas, aproximadamente un 5,5% inferior a la de la anterior, que fue de 3.313 miles de toneladas. “Una reducción que no supone un problema para el comercio internacional, ya que se compensa con las existencias finales de la producción del año anterior”, tal y como citan los autores. En este sentido, solo España y Marruecos esperan producciones mayores que la pasada campaña. En cambio, en países como Italia, Grecia y Túnez las caídas serán del 35% y, del 30%, en Turquía.
La producción de la Unión Europea supone el 70% de la total, siendo España el principal país productor del mundo de aceite de oliva con un promedio del 45% - algunas campañas superan el 50%-, convirtiéndose el aceite en uno de los productos con mayor saldo positivo del comercio exterior español. A España, le siguen Italia con cerca del 14%, Grecia con el 10% y Portugal con el 3%. Fuera de la UE, los principales países productores son Turquía, Túnez, Marruecos y Siria, representando cada uno de ellos, aproximadamente, un 5% del total mundial. En este sentido, el 90% de la producción mundial de aceite de oliva sigue concentrándose en la cuenca del Mediterráneo.
Según el estudio, el motivo del consumo en países no productores se debe a la “difusión internacional de las bondades del aceite de oliva y la dieta mediterránea, que fue descubierta y formulada por fisiólogos estadounidenses”. Otro factor a tener en cuenta es la subida del precio del aceite, como consecuencia del aumento de la demanda, que se traduce en “un menor consumo en países productores, ya que son reticentes a un precio elevado para un producto que consideran básico y no de lujo, mientras que en los países no productores con rentas mucho más altas, no supone un inconveniente”.
La previsión para España
A pesar de ser el mayor productor, España importa aceite de oliva debido a la notable subida de las exportaciones. Las importaciones se han limitado a Túnez, Turquía y, en menor medida, Grecia, pero recientemente la entrada en producción de nuevas plantaciones de olivar en Marruecos y Portugal han hecho que los operadores nacionales acudan a estos últimos países.
Por otro lado, el consumo de aceite de oliva en los hogares españoles ha disminuido durante los últimos 10 años: 425 millones de litros en el año 2008 y, en 2017, no se llegaron a alcanzar los 342 millones de litros. En valor, el aceite ha experimentado la evolución inversa: de los 1.256 millones de euros del año 2008 se ha pasado a los 1.373 millones de euros en 2017. Este incremento se debe al aumento de los precios por un aumento de la demanda. Las previsiones del consumo interior para este año – que incluye el consumo industrial y de hogares- se estima que sea prácticamente idéntico al de la última campaña, no superando los 475 miles de toneladas.