EL 2º Encuentro del Sector del Aceite marcó el pistoletazo de salida de la campaña 2018/19 en Badajoz

El pasado 9 de noviembre se celebró en la localidad pacense de Villafranca de los Barros el segundo encuentro del sector del aceite para debatir sobre los retos y estrategias a seguir para afrontar el mercado internacional. Todo el sector es consciente que en breve se producirá mucho aceite de oliva virgen extra de calidad y con poca diferenciación en la provincia, lo que debe servir ahora para promover una comercialización de cara a este futuro cercano. La jornada fue inaugurada por Ramón Ropero, Alcalde de Villafranca de los Barros y Vicepresidente Segundo de la Diputación de Badajoz, quien destacó la tradición y apuesta del olivar por ser junto al viñedo, un sector estratégico para no sólo su localidad sino para toda la comarca de Tierra de Barros.

La provincia de Badajoz tendrá más protagonismo en los próximos años entre las principales provincias productoras de España gracias al gran incremento de superficie de olivar en marcos intensivos y superintensivo. Este aumento podría permitir que en cuatro campañas se acerque la producción a las 90 mil toneladas, casi duplicando las medias actuales. La gran importancia que tendrá este sector sobre la economía provincial es tenida muy en cuenta por la Diputación de Badajoz, la cual está desarrollando programas de mejora de la competitividad, así como actividades de apoyo a los productores, que apuestan decisivamente por la calidad y la comercialización de sus aceites.

Durante el encuentro celebrado en Villafranca de los Barros se celebraron dos mesas de debate, moderadas por Juan Vilar, consultor experto en el sector oleícola internacional; la primera de ellas denominada ‘La olivicultura internacional. Retos y Estrategias para una comercialización competitiva’ y la segunda, ‘Incidencia de la innovación de proceso y producto, sobre la competitividad del sector internacional de elaboración de aceite de oliva’

En la primera mesa, Juan Vilar introdujo la temática con unas pinceladas sobre la situación en el mundo, donde en los últimos seis años se han plantado más de un millón de hectáreas de elevada competitividad, tanto en producción como en costes. Esta apuesta por la producción contrasta con un consumo a la baja en los países productores principales, en los que ha descendido notablemente el consumo, a lo que se añade que, en países que han ido compensado dicha reducción, se frena el incremento del consumo, como EE.UU, país que por el incremento de precios y el cambio de conducta del consumidor mantendría un consumo estable para 2018.

En esta mesa, el primer invitado fue el oleólogo Alfonso Montaño, quien repasó la evolución que ha sufrido Extremadura en los últimos años frente a la situación nacional e internacional. Destacó que al finalizar 2018 el olivo será el principal cultivo de regadío de la Comunidad, con más de 55 mil hectáreas, previendo que en cuatro campañas nos encontremos cerca de las 100 mil toneladas de producción a pesar de que el olivar Extremeño es poco productivo, cifrando una media inferior a 200 kg de aceite por hectárea en los últimos 4 años, lejos de los más de 700 kg que se producen en Andalucía. También destacó que, aunque el mercado internacional demanda aceites de oliva vírgen extra con una tendencia a incrementar el ecológico, su comercialización internacional está siendo el talón de Aquiles de las empresas por su falta de conocimiento y formación en el área comercial. Centró en dos las posibles estrategias que debe elegir el sector para su futuro; 1) ‘Zapatero a tus Zapatos’ es decir, centrarse sólo en producir tal y como hemos venido haciendo desde hace años, ante lo cual habría que buscar una mayor competitividad mediante la integración horizontal o a nivel de olivicultor, ganar eficiencia integrando las parcelas colindantes, o 2) ‘Ganar peso en otros eslabones de la cadena de valor’, con diferentes estrategias personalizadas en función de cada industria que busque una integración vertical o bien, p.e. una diversificación concéntrica.

A continuación Francisco Nogales, presidente de la DOP Aceite de Monterrubio y presidente de Umm Comercializadora SCE, destacó el momento de cambio que vive el olivar. Es importante destacar que la comarca de La Serena, donde se localiza Monterrubio, es una de las principales y más tradicionales comarcas olivareras de Badajoz. Francisco Nogales fue bastante crítico al indicar que las cooperativas “no están vendiendo”, sino que “están siendo receptoras de ofertas ante las que no están poniendo condiciones de ventas alguna”. Según este, la solución pasa por la comercialización directa hasta el cliente, pero que para ello hace falta previamente: ofrecer la mejor calidad, alcanzable no sólo con buenas máquinas, sino formando al olivicultor, que debe profesionalizarse, apostar por lo ecológico, mejorar la recolección, cuidar al olivo y de los recursos como el agua, que escasea en la zona. A nivel del consumidor remarcó que debemos apostar por la pedagogía del consumidor, pero se necesita ayuda de las instituciones, sobre todo para combatir la banalización que están sufriendo los Aceites de Oliva, y en concreto el Virgen Extra.

Para cerrar las intervenciones de esta primera mesa, Antonio López Mediero, director gerente de Vianóleo SL, empresa posicionada desde hace años en el mercado internacional y en la innovación de productos. Destacó que el futuro debe ser liderado por España pero que aquí, refiriéndose al sector productor en global, solo se está pensando en la producción, no en la comercialización, ”ni sabemos ni queremos, el productor bascula y se olvida de vender”. Comparó el sector de los aceites de oliva con otros como el del vino o la almendra que sí dedican importantes recursos a promover. Destacó que los aceites de oliva no tienen que tener el objetivo de competir con aceites vegetales baratos, como el de palma con un coste entre 4 a 6 menor. Demandó a la interprofesional una mayor labor divulgadora, incluso azuzando al sector a poner más dinero para esa mejor promoción, no sólo a nivel comercial, sino a nivel de educación del cliente final con la intención de potenciar el uso tanto en el hogar, como en el sector Horeca

En la segunda mesa de debate, dedicada a la innovación, Juan Vilar introdujo el debate indicando que “sin innovación no hay diferenciación, ni posibilidad de competitividad en olivares que no cubren sus costes”.

El primer participante en esta mesa, el investigador de Cycitex-Intaex, Jacinto Sánchez, destacó el valor de la investigación, no solo para caracterizar variedades o determinar el comportamiento tecnológico, sino para la elaboración de los denominados ‘aceites tempranos’, pues es crucial determinar el momento óptimo para su recolección. La innovación ya no solo viene a nivel de procesos, sino más bien de producto con aceites monovarietales y las características saludables de estos.

A continuación, Elisa Parejo, directora del Área de Pperaciones y Procesos de la consultora extremeña Tree Overall Efficiency, empezó su participación destacando que hablar eficiencia e innovación es hablar de calidad en el producto. Parejo recalcó que las nuevas tendencias en la industria agroalimentaria están en dos focos; la digitalización y la automatización, que la digitalización en la industria agroalimentaria es ya una realidad, con importantes herramientas que poco a poco se van implantando, mientras que la automatización existe pero no tiene todo el aprovechamiento que puede ofrecer. Comentó que, al contrario que ocurre en otros sectores agroalimentarios donde el producto determina el proceso, en el sector de los aceites de oliva es el proceso, “lo bien o lo mal que lo hagas”, lo que determina el producto. También comentó que durante el proceso de auditorías que han realizado al sector para la Diputación de Badajoz ha podido comprobar que en general, “en las almazaras no existe el control sobre el proceso, y por tanto sobre la calidad”, destacando entre otras causas el “gap de conocimiento” que existe en las empresas del sector, donde los escalones jerárquicos más elevados disponen de un conocimiento que no está siendo transferido a los eslabones inferiores. Para finalizar, quiso apuntar dos cuestiones; que en el sector se está confundiendo producción con productividad y que se los equipos actuales, están arrojando una gran cantidad de datos que deberían ser utilizados para la toma de decisiones, pero que, por el momento, no están sabiendo explotarse a fin de alcanzar la calidad buscada.

El último ponente de esta mesa fue Juan Miguel Retamar, director-gerente de Retamar García, quien mostró la perspectiva de una industria oleícola que debe apuesta por la innovación. En su intervención calificó al sector de “hermético y endogámico” por no impregnarse de otros sectores. Comentó que su visión de la innovación abarca desde la olivicultura hasta cualquier eslabón de la cadena de valor, siendo muy importante el pensamiento discontinuo o el lateral, así como que el sector debe acostumbrarse a no vivir exclusivamente de la explotación de los recursos naturales que está aportando el entorno. Citó como innovaciones necesarias para el futuro la mejora del batido, los ultrasonidos y la incorporación del frío, aunque las inversiones necesarias recaen siempre en el fabricante y difícilmente las puede recuperar mediante un valor añadido que el consumidor está dispuesto a pagar. Sin embargo, desde su perspectiva ve a un consumidor cambiante, con una preocupación por lo que comemos que le anima a que, al menos desde su empresa, sigan apostando por la innovación.

En último lugar, Diego Parejo, director y consultor estratégico de Tree Overall Efficiency, mostró los resultados del estudio que su compañía ha realizado al sector oleícola para la Diputación de Badajoz. Dicho estudio, consistió en la realización de auditorías a dieciocho empresas del sector, con el objetivo de propuestas que pudieran mejorar la posición competitiva de dichas empresas. Como conclusiones del mismo, indicó que aunque existe un diferente posicionamiento entre sociedades mercantiles y cooperativas frente al mercado, la mayoría de las organizaciones debe implementar mejoras en cuatro líneas comunes; la definición de las estrategias comerciales a nivel de mercado, definiendo con concreción aspectos tales como mercado objetivo, cliente, producto, precio y volumen, la mejora de sus estrategias de marketing tanto online como offline, la transformación digital a través de la implementación de sistemas, tanto de gestión como de producción y la gestión adecuada de las inversiones, poco enfocadas al mercado a día de hoy.

La jornada concluyó con la lectura de las conclusiones y contó con una participación de más de 40 profesionales del sector quienes también participaron de modo activo en los debates, aportando experiencias e ideas que enriquecieron la calidad técnica y profesional del encuentro.