El olivar de secano valenciano afronta un descenso del mitad de su producción
Mientras que en muchas regiones de España la sequía remitía tras múltiples temporales de lluvia, en zonas de la Hoya de Buñol la escasa pluviometría (hasta la tercera parte de un año hidrológico normal) causó importantes problemas de cuajado que se traducirán en una disminución del 70-80% de la producción. Otra comarca especialmente castigada por la sequía es la Canal de Navarrés donde la rebaja de rendimientos asciende al 40-60%. Lógicamente, la caída de aforo se acentúa fundamentalmente en las parcelas de secano, mientras que las que sí tienen acceso al agua han podido compensar el déficit hídrico con puntuales riegos de socorro.
Según datos del Ministerio de Agricultura, el olivar valenciano únicamente cuenta con un 18% de su superficie en regadío (17.149 hectáreas de las 94.368 totales), una cifra menor en comparación con lo que sucede en el ámbito nacional: el 29,6% del olivar español ya se encuentra en regadío (784.859 hectáreas de las 2.650.801 totales). AVA-ASAJA alerta de que el sector oleícola valenciano se está quedando atrás en el proceso de transformación a regadío que se produce en otras regiones de España con vistas a lograr una mejor viabilidad económica de las explotaciones, pues el acceso al agua permite regular la cosecha y evitar así los cambios bruscos de rendimientos de año a año que suelen derivar del carácter vecero del olivar. Además, la entidad subraya que una buena parte de las explotaciones valencianas están envejecidas y son difíciles de mecanizar, con lo cual resultan menos productivas y comportan mayores costes. Desde AVA-Asaja se reclama a la conselleria de Agricultura de la Comunitat Valenciana la puesta en marcha de un plan de reestructuración del olivar que permita facilitar el acceso al riego de apoyo, así como a concentrar las parcelas para ganar tamaño e introducir nuevas variedades que resulten aptas para la mecanización del cultivo.