Susana Romera, directora técnica de la Escuela Superior de Aceite de Oliva
¿Qué opinión tienen sus alumnos sobre los lineales?
¿Qué postura adopta usted en estos debates?
Hay que recordar que un sólo un 2% de las grasas consumidas en el mundo son aceite de oliva, y digo 'oliva' y no 'oliva virgen'. El resto son otras grasas que no cuentan con las propiedades saludables del aceite de oliva virgen.
¿Cree entonces que son estas otras grasas las que deberían ser otro debate?
Las grasas vegetales copan el mercado, muchas utilizan el término aceite cuando ni siquiera deberían hacerlo dada la etimología del término aceite. El consumidor es un perfecto desconocedor de los beneficios de utilizar un aceite a utilizar una grasa. Éste es el verdadero debate, cómo ganar más cuota de mercado.
Volviendo a las grandes superficies, ¿qué opinión le merecen las grandes cadenas de supermercados?
Cada vez estoy viendo más cómo las grandes cadenas se acercan a la calidad. Los grandes comercializadores están tomando conciencia de que, en la medida en que aumenta la cultura en el consumidor, tienen que ir aumentando la calidad de los productos que venden. Se están viendo espacios dedicados a los productos ecológicos, por ejemplo, y lo mismo está ocurriendo con los aceites de oliva vírgenes extra de mayor calidad.
Vemos que cada vez hay más jefes de compra interesados por aprender de cata, preocupados por conocer la calidad de los aceites que les venden a su vez a ellos. Esto es un gran avance y creo que hemos de apoyarlos en que cada vez más tomen conciencia de este producto y sean capaces de diferenciarlo del resto de grasas.
En la medida en que seamos capaces de verlos como parte del sector y no como nuestros enemigos, seremos capaces de poco a poco ir concienciándonos todos de que la dieta mediterránea y, por tanto, el aceite de oliva, debería estar en todos los hogares del mundo o, por lo menos, al alcance de todos.
¿Qué consejo le daría a todos los que formamos parte del sector oleícola?
No sé si es un consejo o será una realidad, pero en la medida en que continuemos discutiendo entre nosotros no estamos abordando el problema principal, es más, lo estamos agravando. Los productores de virgen extra notable no quieren que se les relacione con los aceites vírgenes, y los vírgenes quieren ser extra y no graneles.
El aceite de oliva, nos guste o no, en estos momentos es un concepto que predomina con mucho peso en el consumidor final, y todo el sector formamos parte de este concepto. Ahora se trata de ver si somos capaces de diferenciar lo importante de lo urgente y nos ponemos todos a una a intentar aumentar la demanda y el consumo del objeto de nuestro trabajo diario.