Oriva y el CSIC investigarán los beneficios del aceite de orujo de oliva para la salud cardiovascular
Oriva, marca que representa a la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva, apoya una nueva investigación para ampliar la base científica sobre las propiedades saludables de este producto alimentario de primera calidad.
Oriva y el CSIC activan el estudio 'Evaluación del efecto en la salud del aceite de orujo de oliva en consumidores sanos y en población de riesgo', en el que se analizará la influencia de la calidad de la grasa de este aceite, así como su importante contenido en componentes minoritarios, es decir, ácidos y dialcoholes triterpénicos, escualeno, tocoferoles, esteroles, alcoholes grasos alifáticos y compuestos fenólicos, en salud cardiovascular tras su consumo a dosis nutricionales, y se comparará con los efectos de otro aceite vegetal de uso habitual.
El proyecto de investigación tendrá una duración de tres años y desarrollará un estudio clínico de intervención crónico, aleatorizado, cruzado, doble ciego y controlado, con el fin de determinar el efecto del consumo de aceite de orujo de oliva sobre biomarcadores que regulan la función cardiovascular y otras patologías relacionadas, como la hipertensión, la diabetes y la obesidad, y se abordará tanto en individuos sanos como en aquellos con riesgo de padecer enfermedades coronarias y vasculares.
De hecho, el proyecto quiere contribuir a prevenir y a mejorar los problemas cardiovasculares, que constituye un asunto de máximo interés en la sociedad occidental por su prevalencia y su alto coste socio-sanitario. Para ello, se incide en la importancia de consumir tanto el Aceite de Orujo de Oliva como cualquier otra grasa monoinsaturada dentro de una alimentación y unos hábitos saludables, en conexión directa con la Dieta Mediterránea.
En esta línea, la investigadora Raquel Mateos destaca el papel de la grasa monoinsaturada: “La Dieta Mediterránea se reconoce como un excelente patrón alimentario, caracterizado por el consumo de grasa monoinsaturada. El aceite de orujo de oliva es una grasa preferentemente de este tipo, pues contiene hasta un 85% de ácidos grasos monoinsaturados, en especial ácido oleico C18:1, y también ofrece un amplio rango de compuestos minoritarios como compuestos triterpénicos pentacíclicos, escualeno, tocoferoles, esteroles, alcoholes grasos alifáticos y compuestos fenólicos, con potencial actividad biológica clave en el mantenimiento de la salud”.