El sector oleícola de Extremadura arranca la campaña valorando el presente y apostando por su futuro
La jornada fue inaugurada por el diputado de Desarrollo Local, José Ángel Benítez y el alcalde de Guareña, Abel González, quienes pusieron en valor el enorme peso que posee el olivar en el empleo de la localidad y el peso que posee dicha localidad en la producción regional. Además insistieron en la necesidad de una demanda actual, como es la necesidad de una adecuada red de transporte para todas las mercancías que se producen en Extremadura, como por ejemplo la gran necesidad del transporte ferroviario eficiente.
Tras la inauguración se abrió la primera mesa de debate, con la ponencia sobre el peso del sector cooperativa y el papel que juega DCOOP en el sector agroalimentario. El encargado de esta puesta en valor fue Rafael Sánchez de la Puerta, subdirector general de DCOOP, quien reivindicó el papel que juegan las cooperativas como punta de lanza de la evolución en los mercados de los Aceites de Oliva, pues ya la comercialización no es una asignatura pendiente, pues el sector cooperativo es consciente de que la rentabilidad del olivar está la valorización de la materia prima mediante su comercialización. Rafael puso en valor que las cooperativas producen el 70% de los aceites de oliva en España, mientras que el peso de las cooperativas en países como Italia o Grecia es inexistente, lo que ayuda a que, al menos en nuestro mercado, los aceites de oliva sea el alimento en el que el mayor porcentaje de su precio final que paga el consumidor, éste llega al agricultor. Ello es gracias en parte a las importantes inversiones en olivares que se han venido realizando en la última década y que ahora dan sus frutos con costes de producción atractivos y proyectos globales de comercialización a nivel mundial.
Rafael Sánchez indicó que DCOOP busca ser fuerte en el mercado, que no grande, con una dimensión suficiente para llegar a todos los mercados. Las cifras de DCOOP son impresionantes, pues produce de media 225.000 de las 1.300.000 t nacionales, favoreciendo ello una facturación de más de 681 M€. Los objetivos de DCOOP pasa por llegar a envasar 150 millones de litros, para lo cual está haciendo importantes movimientos comerciales, como los ya conocidos con el Grupo Pompeian.
A la mesa de debate se sumaron José Pino, gerente de la S.C. del Campo la Unidad (Monterrubio de la Serena) y presidente de la Sectorial del Aceite de Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura; Juan Pérez Ayuso, gerente de la S.C. San Pedro (Guareña); y Juan Francisco Blanco, director gerente de Acopaex. José Pino señaló que Extremadura vive su mejor momento oleícola y augura que, sobre todo gracias a los recursos hídricos de la región, un buen futuro, incluso con la gran competencia con los puestos de compra. Destacó también los movimientos en el sector cooperativo de la comarca de La Serena, que está facilitando la comercialización conjunta de 8 millones de kg de aceites de oliva entre las tres principales cooperativas de la comarca. Pérez Ayuso puntualizó que este momento dulce que vive el sector y que es el menos preferido por los agricultores para debatir la mayor cooperación de las cooperativas, y que tornará drásticamente cuando vuelvan las precipitaciones y las altas producciones que llevarán a bajas cotizaciones. Por ello insta a una mayor organización de la producción para evitar problemas de colocar los aceites cuando se lleguen a enlaces de campaña de 700-800 mil t, siendo el marco de agrupación cooperativa el más idóneo para cuando llegue dicho momento.
Juan Francisco también apoyó dicha afirmación, pues son las coopertivas quienes podrán defender mejor los intereses del agricultor. También destacó cómo retos de las cooperativas la mejora de la producción, mediante asesoramiento, control de residuos, trazabilidad, etc., y por optimizar la transformación, adecuándola a la evolución de los sistemas de producción intensivos y superintensivos que están incrementándose ya en las vegas del Guadiana. De hecho, Pérez Ayudo ya informó que en la cooperativa local se han llegado a registrar picos de entradas de 1.700 t de aceitunas en un día. Finalmente, Juan Francisco resaltó la necesidad de mejorar las redes de transporte de mercancía, pues en el caso de la fruta de hueso, el transporte supone el 10% del valor del producto.
Respecto al consumo, todos los ponentes consideran que hay que potenciar el consumo a nivel regional, pues tan solo éste supone 9.000 t en toda la región, siendo 2.000 t envasado por uno de los grandes grupos nacionales poseedora de una envasadora en Cáceres. Se destacó que posiblemente el ‘garrafeo’ en los puestos de compra sea lo que más daño hace, debilitando el esfuerzo de hacer marca por parte de las empresas envasadoras.
La siguiente mesa fue dedicada a la 'Diferenciación como nuevo reto para la Comercialización', siendo el consultor estratégico Juan Vilar el encargado de mostrar que, en un mundo donde el cultivo del olivo es global, los Aceites de Oliva Vírgenes han dejado de ser un producto de temporada. Juan Vilar incidió en el fuerte incremento del olivar a nivel mundial, el cual lo hace preferentemente bajo un marco de plantación intensiva y, sobre todo, superintensivo, lo que hace que dichos nuevos olivares sean mucho más competitivos en costes. Sin embargo España es, entre los principales países productores, el que más ha mejorado su capacidad productiva, en parte por la renovación de viejos olivares y su sustitución por marcos más intensivos de producción.
Juan Vilar destacó que, a pesar de que se espera una producción a nivel mundial similar al del año pasado, sí habrá una importante variación cualitativa al ganar peso en la oferta países que han tenido malas producciones el año pasado, reduciéndose el peso del mercado español. Este panorama, podrá afectar en breve a los precios nacionales al verse reducido los precios del mercado internacional ante la mayor oferta de aceites de oliva de otros países productores. Esto, unido a la posibilidad de que unos años de climatología normal, puede llevar a una producción mundial de más de 4 millones de t, lo cual sería un problema si no se aumentara al mismo rítmo el consumo mundial. Ante dicho panorama, Juan Vilar invita a las almazaras a tomar una estrategia, sobre todo, cuando los grandes grupos envasadores y la distribución ya la tienen en marcha, principalmente basándose en la integración vertical hacia la producción. Juan Vilar destaca que, los productores de aceitunas superintensivos ya están diferenciados en costes, los cuales, son imposibles alcanzar por productores de aceitunas en marcos tradicionales y menos si son de secano. El olivar tradicional debería encaminarse por la diferenciación, para lo cual Juan Vilar expuso diferentes casos y cómo algunas marcas han sabido explotar dicha singularidad, aunque, también es verdad, que no todas las estrategias son adecuadas, debiéndose ajustarse a cada caso porque no hay otra alternativa.
Como invitado a mostrar un ejemplo de diferenciación, Daniel Señan, director gerente de Baeturia Organic, contó su experiencia de cómo poner en valor su producción y cómo mediante actividades como apadrinar un olivo, le permite garantizar la venta de su producción y fidelizar los clientes. Remarcó que esta apuesta por envases pequeños y un packaging cuidado al detalle no es inalcanzable por las grandes cooperativas, pues esto ayuda a vender más producción de diferentes calidades. Daniel Señán subrayó la importancia de la presentación de su producto, indicando que en un lineal con 100 marcas diferentes, es el packaging el que hace la primera venta, pero la calidad del AOVE hace la segunda.
Manuel Gaztel, académico de la Escuela Andaluza de Gastronomía y Turismo, y asesor de Salón del Gourmet, recalcó que cuando algo es difícil de rentabilidad, se debe desarrollar sinergias que lo hagan viable. Entre estas sinergias aboga por el turismo gastronómico, sobre todo en zonas de interior donde éste interés llega al 75% de las visitas. Para ello también se debe adaptar el aceite de oliva virgen extra a las nuevas tendencias, lo cual ayudará a dignificar al producto. Para ello, afirma el ponente, hay que promover las visitas a las almazaras al igual se hace en algunas regiones con las bodegas de vinos. Respeccto al packaging subrayó que hay aceites que se desean vender como un perfume pero para ello hace falta un marketing diferente al de los aceites de oliva, para lo cual la diferenciación es crucial y adaptándose al mercado de destino.
Los asistentes participaron activamente tras la introducción en la mesa redonda, siendo de forma generalizada que no todo el aceite nacional puede llegar a ser Premium y que hay otros niveles de Virgen Extra que hay que potenciar en el marcado nacional. No obstante, existía unanimidad en que la calidad es el camino y que los aceites de oliva vírgenes extra Premium nos servirá para vender más y mejor nuestras producciones, pues no todas las marcas que elaboran esta extrema calidad pueden vivir de estos aceites, pero a la inmensa mayoría le ayuda a mejorar sus cuentas de resultados.
La sesión de la tarde estuvo centrada en aspectos agronómicos y cómo afecta a la calidad final del aceite de oliva virgen extra. Para ello se contó con Victorino Vega, investigador del IFAPA de la Junta de Andalucía, quien inició su presentación con la confusión en el título del programa, pues sistema de cultivo, según su entendimiento, debía referirse al cultivo convencional, a la producción integrada y cultivo ecológico, mientras que intuía que se pretendía debatir sobre olivar intensivo, superintensivo y olivar tradicional. Victorino destacó los diferentes factores que inciden en la producción actualmente, indicando que, superada la necesidad de agua por el olivar, la luz se convertirá en el siguiente factor limitante de la producción. La finalidad de las nuevas plantaciones es maximizar la superficie fotosintéticamente activa, captar la máxima radiación para obtener una alta producción. Tras el agua y la luz, los factores extrínsecos del olivar que inciden será las prácticas culturales, la recolección y el transporte. Las dos últimas están relacionadas principalmente con la integridad del fruto, el cual, mientras la siga teniendo, no poseerá una pérdida significativa de calidad, pero que de perderse, se favorecería el crecimiento microbiano y una pérdida sustancial de la calidad. Entre las prácticas culturales Victorino repasó la influencia no solo del riego, sino también de que el abuso de nitrógeno puede perjudicar el contenido de fenoles y, por ende, de la estabilidad oxidativa.
Tras la ponencia de Victorino participaron los investigadores Henar Prieto y Jacinto Sánchez, de Cicytex, exponiendo sus experiencias en como el manejo del olivar afecta a la calidad sensorial y química del aceite final. Henar Prieto dijo que el riego permite maximizar la calidad de variedades como la Arbequina, controlando su vigor mediante una reducción del agua. Ante la creciente transformación de muchos olivares en marcos intensivos o superintensivos, la investigadora recomienda no tomar decisiones rápidas y evaluar los pros y contras de ambos marcos de plantación, sobre todo porque cada caso es particular. Para finalizar, Victorino Vega destacó que en el futuro, más que el contenido de determinada molécula, el mercado demandará aceites de oliva vírgenes extra con una intensidad aromática óptima, capaz de darla cualquier variedad, y sobre todo libres de residuos, con ningún riesgo para la salud, con residuo 0. Ello solo será alcanzable con, ahora sí, un cambio a sistema de cultivos de producción integrada o ecológicos.
La jornada finalizó con una visita a las nuevas instalaciones de la S.C. San Pedro de Guareña, la cual se sitúa entre las 10 con más capacidad de la península ibérica y aspira a ser un referente en los arranques de campaña a fin de aunar esfuerzos en pro de la calidad de los aceites de oliva vírgenes extra de Extremadura.