Cooperativas Agro-alimentarias de Granada alerta del descenso del 25% en la próxima cosecha de olivar por sequía
Cooperativas Agro-alimentarias de Granada ha advertido que la falta de lluvia, unida a las altas temperaturas, tendrá graves consecuencias para la próxima campaña de olivar 2017/18 en la provincia de Granada. Durante una reunión del sector olivarero, celebrada recientemente en la Federación, las cooperativas han trasladado su gran preocupación por el déficit hídrico que padece el olivar desde hace varios meses, lo que puede repercutir gravemente en la próxima cosecha de aceituna si continúa la falta de lluvia.
La preocupación por la próxima campaña olivarera comenzó hace unos meses debido a heladas y bajas temperaturas, que afectaron negativamente a la floración del árbol, en algunas comarcas productoras. Pero en este momento, y de manera generalizada, el sector se encuentra en alerta por los efectos de un grave déficit hídrico que está perjudicando el crecimiento de la aceituna y comenzando a provocar la caída de la misma en algunas zonas. De continuar la falta de precipitaciones y la sequía, las cooperativas aseguran que la pérdida de frutos será más acusada y con frutos de mayor tamaño en los próximos meses, lo que tendría consecuencias irreparables de cara a la próxima campaña.
En la campaña 2016/17 la producción fue ligeramente inferior a la anterior y se situó en las 108.557 toneladas de aceite de oliva en la provincia de Granada. Si persiste la ausencia de lluvia, las cooperativas estiman que, en la próxima cosecha, la producción se reducirá un 25% con respecto a la actual, de manera que la producción de aceite de oliva en esta provincia apenas llegaría a alcanzar las 80.000 toneladas, según el aforo de la Federación.
Granada es la tercera provincia productora de aceite de oliva a nivel nacional. El desplome de la producción tendría unas consecuencias nefastas para más de 32.000 cooperativistas, productores de olivar en esta provincia, donde la Federación tiene asociadas 52 cooperativas olivareras. Además, esta merma de producción ocasionaría graves perjuicios en términos de empleo, ya que el sector olivarero genera más de un millón de jornales directos al año en la provincia, lo que resulta vital para el desarrollo socioeconómico de varias comarcas y miles de familias granadinas.