Calderería Manzano se une a Flottweg para ofrecer un servicio completo en maquinaria de almazara
A Calderería Manzano le queda un año para celebrar su centenario y, sin embargo, espera llegar al siglo “con la energía de una joven empresa”. La mítica industria cordobesa de fabricación de depósitos para el almacenaje de aceite de oliva en almazaras vuelve a dar un paso más en su continuo proceso de renovación y ampliación de servicios. El pasado día 17 de enero de 2017 presentó en sus instalaciones de Bujalance (Córdoba) el acuerdo que lleva vigente desde principios de año con la alemana Flottweg.
Ambas firmas han unido esfuerzos para ofrecer al cliente un servicio completo de maquinaria de almazara y servicio posventa. Diseñarán, fabricarán e instalarán todo lo necesario para convertir la aceituna en aceite, incluido el almacenamiento, y trabajarán para que el cliente tenga siempre a su lado a profesionales que velen por el mantenimiento y conservación de cada una de las almazaras instaladas. Ofrecerán más y mejor siempre bajo la confianza de dos sellos a los que avalan años de trabajo bien hecho.
Antonio Manzano, la cara visible de la empresa cordobesa (junto a su hija, Ángela Manzano) lo explica con la simplicidad de los hombres de negocios que no se detienen en circunloquios: “Para que la gente lo entienda, de los cuatro pilares básicos que hay en una almazara, en lo que se refiere a maquinaria, nosotros vamos a fabricar dos y Flottweg otros dos. Manzano hará las referidas a la trituración de la aceituna, batido y separación del aceite (además de sus bodegas), mientras que Flottweg aportará la maquinaria necesaria para la centrifugación horizontal y para la vertical”, indica. “Pero, además, hay una serie de accesorios y máquinas intermedias que también se las vamos a ofrecer al cliente”, matiza.
Antigua fábrica de Calderería Manzano.
Antonio Manzano resume así un importante acuerdo entre ambas entidades que surge con la “ilusión y el compromiso” de un gran reto. Manzano es desde este momento representante exclusivo en el sector del aceite de oliva de la marca Flottweg, y se convierte de este modo en proveedor de líneas de extracción de aceite de oliva completas, con excepción de la planta de recepción. No en vano, a pesar de que la marca más visible de Manzano son sus depósitos, la empresa lleva décadas fabricando maquinaria para las líneas de extracción: molinos y trituradores, termobatidoras, periféricos del decanter, bombas de pistón y separadoras de hueso, a las que ahora se unen también bombas de masa y aceite de estator helicoidal para completar la línea de extracción. Máquinas que se encuentran ya instaladas en más de 15 países productores de aceite de oliva.
El objetivo con el nuevo acuerdo es aplicar la tecnología de aceite de oliva Manzano-Flottweg en España, Marruecos, Portugal, Argelia e Irán, además de en otros países productores. “La ventaja para Flottweg es que Manzano tiene mucha experiencia con todo lo que tiene que ver con el aceite de oliva”, explica Martin Lorenz, director comercial de Flottweg. “Juntos vamos a ir a todos los productores del mercado de aceite de oliva”, añade tras recordar que fue en el año 1970 cuando la empresa alemana comenzó a introducir en el sector aceitero el decánter en la extracción de aceite. Actualmente, con sede en Baviera y con más de 800 empleados en todo el mundo, fabrican unos 500 decánter al año y continuamente les incorporan novedades patentadas con el fin de buscar la mejora en los rendimientos y durabilidad. Flottweg, símbolo de robustez y fiabilidad, ha dejado en manos de Manzano tanto la venta de su maquinaria como el servicio a sus clientes. Esto incluye la exclusividad de los recambios de todas las máquinas instaladas en España y Portugal para la industria del aceite de oliva y aceite de orujo de oliva. En referencia a la reparación y revisión anual de los decánter, Manzano ya está trabajando para ofrecer a sus clientes el mejor servicio antes de la campaña 2017-2018. Indica que contará con el asesoramiento y formación del fabricante para la reparación de posibles averías y la revisión o cambio de las piezas de desgaste con la garantía de Flottweg.
De izquierda a derecha: Antonio Manzano, Ángela Manzano, Martin Lorenz y Nils Engelke.
Arropados por cliente y amigos
De todas estas novedades informaron los Manzano-Flottweg a los cerca de doscientos clientes y amigos (“la mayoría ambas cosas", según el propio Antonio Manzano) que participaron el día 17 de enero en la puesta de largo del acuerdo entre ambas empresas. Al acto asistieron, además, la alcaldesa de Bujalance, Elena Alba Castro; el delegado de Agricultura de la Junta de Andalucía en Córdoba, Francisco José Zurera y la presidenta de la Asociación de Municipios del Olivo (Aemo) y alcaldesa de Montoro, Ana María Romero, además de directivos de numerosas empresas del sector. Todos conocieron las remodeladas oficinas de Bujalance y las naves, recién restauradas. La antigua nave industrial es ahora una sala de exposiciones de maquinaria, además de almacén y tienda de recambios. En el edificio central se ha realizado una importante inversión para acondicionar las cubiertas, dejándolo diáfano y ocupando el espacio con las modernas oficinas de la empresa, la sala de juntas y el salón de actos. Se conserva de este modo la tradicional estructura con la antigüedad de la que es la sede principal de Manzano desde hace noventa y nueve años.
“En actos como éste sentimos una tremenda sensación de alegría”, dijo la alcaldesa del municipio. “Desde la administración local estamos apoyando a las empresas y mimando a este tipo de iniciativas, empresas que no dejan de expandirse y que, como Manzano, toman dimensión mundial, por lo que son el orgullo, referente y ejemplo a seguir en nuestro municipio”, añadió. “Todo lo que sea el desarrollo industrial asociado al olivar siempre va a repercutir en beneficio de todos”, matizó.
Al acto asistieron cerca de doscientos clientes y amigos.
El delegado de Agricultura de la Junta de Andalucía en Córdoba mostró su agradecimiento al proyecto Manzano. “El año que viene hace 100 años de historia una empresa con casi un siglo que tiene una visión de crecimiento y modernización, es un ejemplo de visión empresarial, de competitividad y de saber adaptarse al mundo en el que vivimos”, dijo. “No hay una bodega de tantas y tantas en Córdoba, Andalucía y España en la que no veamos la figura de Manzano y eso es importantísimo, pero más importante es la presentación de este proyecto, es una visión empresarial importante, la unión de esfuerzos desde la integración, innovación y especialización”, apostilló, para añadir: “Cada uno suma esfuerzos con lo que tienen y se ponen a trabajar conjuntamente, por lo que estamos garantizando otros cien años más de la vida de la empresa”. “En esta tierra vamos a seguir vendiendo y produciendo miles y miles de botellas de aceite por todo el mundo, por lo que es fundamental mirar al futuro con esta visión empresarial, como ha hecho Manzano”, concluyó.
Ana María Romero, presidenta de la Asociación de Municipios del Olivo (Aemo), definió a la empresa Manzano “como un vecino más al que todos tenemos mucho cariño”. “Dar más servicio al ciudadano es muy positivo”, explicó. La presidenta de la Aemo insistió en la necesidad de concentrar la producción de maquinaria del olivo y seguir avanzando en esa línea. “No debemos verlo como competencia, sino como un complemento y una unión”, dijo. Señaló el desarrollo de la maquinaria de almazara y de olivar frente a otros sectores que aún importan casi toda la maquinaria que usan, como es el caso de la fresa. “En nuestro sector, y gracias a industrias como Manzano, no es sólo que no importen maquinaria, sino que ellos mismos hacen almazaras en todos los países productores. Esto crea empleo, valor añadido y concentra la innovación y la producción en nuestra tierra, algo fundamental para el desarrollo del sector”, añadió.
La presentación se llevó a cabo en las instalaciones de Bujalance (Córdoba).
Referente en su tierra y en el sector
Pocos son los halagos para una empresa que es referente en su tierra y fuente de inspiración para el sector desde hace un siglo. “Aunque cuando hablamos de nuestra historia del primero que hacemos referencia es de mi abuelo, fue en realidad mi bisabuelo el que lo empezó todo. Él hacía reparaciones en los cortijos, donde en aquellos momentos estaban las almazaras”, recuerda Antonio Manzano. Después sería el turno de su abuelo, Antonio Manzano Carpio. Fundó la fábrica en el año 1918 y nueve años después la trasladó a la nave actual, que los Manzano han restaurado y conservado siempre dando el valor que se merece a la historia de la familia. Miguel Manzano, junto con sus hermanos Tomás y Luis, gestionaron la empresa durante varias décadas en las que instalaron grandes proyectos en toda la península. Antonio Manzano Aranda, con Calderería Manzano ya constituida como sociedad anónima con parte del personal de la empresa, ha continuado desarrollando la empresa hasta la actualidad, junto a la máxima representante de la quinta generación, Ángela Manzano, para dar un importante salto de negocio hasta llegar a fabricar líneas completas de almazara tras su acuerdo con Flottweg.
Las dos fábricas cordobesas
Calderería Manzano tiene en Córdoba dos fábricas que desde hace unos años son totalmente independientes con el fin de agilizar la producción.
En las instalaciones de Bujalance se fabrican las bombas de pistón y las separadoras de hueso, además de las termobatidoras, molinos trituradores, vibrotamices y otros elementos auxiliares de la línea de extracción. La fábrica de Bujalance tiene 9.000 m2 de superficie.
Nuevas oficinas.
Manzano tiene su otra fábrica en el municipio cordobés de Villafranca, que se inauguró en el último trimestre de 2014 y en la que fabrica los depósitos de acero inoxidable. En los últimos años fabrican unos 300 depósitos al año.
Entre ambas facturan una media anual de ocho millones de euros y dan una media de 75 empleos al año. Antonio Manzano no vaticina cifras de comercio tras el acuerdo con Flottweg. “Lo importante es que supone un camino nuevo de comercialización y ampliación de productos que hasta ahora no teníamos”, apunta. “Es un reto difícil que afrontamos con ganas”, añade.
Entre los objetivos que Manzano se propone para este primer año, tras el acuerdo con la alemana, destacan un plan de comunicación para dar a conocer entre el sector las nuevas líneas de trabajo. Además, participarán en la feria Oleomaq de Zaragoza y en el mes de abril en SIAM (Marruecos). En Mayo estarán presentes en Expoliva.
“Para nosotros es un orgullo ver salir un aceite que se ha fabricado con nuestra maquinaria, y que se almacena en ella, pero lo más importante es saber que somos garantía de calidad y que por eso nuestros clientes nos apoyan año tras año”, concluye Antonio Manzano.