Los elementos diseñados facilitan la cata hedonista para el deleite de los aceites de oliva vírgenes
Elaia Zait presenta la primera colección de cata de aceite dirigida totalmente al consumidor
Para que el consumidor se habitúe en la selección de aceites de oliva, nace una colección de artículos de menaje dirigidos, en su totalidad, al consumidor. Esta innovación surge gracias a Elaia Zait, una empresa certificada por la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor) como Joven Empresa Innovadora, y de la mano de la Universidad de Jaén, encargados de dirigir el proyecto.
Los aceites de oliva pueden clasificarse atendiendo a múltiples criterios, aunque la clasificación más común es la que aparece etiquetada en los envases de aceite para el consumo. Sin embargo, esta clasificación no es demasiado clara y lleva a confusión a los consumidores. Si bien el Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) es el de más calidad, con importantes beneficios para la salud, en el mercado el consumidor puede encontrar distintos tipos en función de su variedad, calidad, grado de acidez, métodos de extracción y características sensoriales: sabor, olor y color. En España hay hasta 32 Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) y se cuentan por centenares las diferentes marcas de aceite. Por tanto, resulta necesario pensar en el consumidor y facilitarle la tarea de escoger y conocer qué tipo de aceite consume.
Origen del proyecto
La idea de desarrollar este innovador proyecto surgió, “como casi siempre ocurre en estos casos, por casualidad”, tal y como afirma Daniel Millán, socio fundador de Elaia Zait. Dado su vinculo con grandes productores de aceite, en un momento determinado “tuvimos la necesidad de buscar elementos para incrementar las ventas y queríamos alguno vinculado a la degustación de este producto”, señala Millán. Una vez dada esta necesidad, y en el momento de buscar utensilios que la satisficieran, apreciaron que apenas existen. Como él mismo afirma: “Esto hizo que nos animáramos a averiguar el por qué”.
Para llevarlo a cabo contaron con la Universidad de Jaén, en un proceso que tuvo dos partes fundamentales. La primera parte fue de investigación, en la que pretendían, como explica Millán, “intentar conocer qué existía en este ámbito a nivel mundial y, en caso de no existir, tratar de entender la razón de este hecho”. Además, otro aspecto importante del proceso de investigación era saber si este tipo de utensilios eran necesarios o no y, en caso de serlo, intentar esclarecer el motivo por el qué no se había hecho anteriormente y por qué se necesitaba ahora. Después de esta serie de reflexiones, y una vez realizada esta primera fase de investigación y conocimiento, “fue cuando se determinó, conjuntamente con el equipo investigador, qué utensilios demandaba el mercado y que, por tanto, deberíamos desarrollar”, apunta Daniel Millán. Fue, en ese momento, cuando comenzó la fase de innovación que dio como resultado los utensilios que ahora conocemos.
El papel de la Universidad de Jaén
Tal y como relata el socio fundador de Elaia Zait, Daniel Millán, “la decisión de vincularnos con la Universidad de Jaén para el desarrollo de este proyecto la tuvimos clara desde el origen del mismo”. Tres razones fundamentales fueron las que motivaron está decisión por parte de la empresa. La primera tiene que ver con el importante papel que juega la Universidad de Jaén en la investigación en torno al aceite de oliva, el olivar y todo lo relacionado con él. Por tanto, y tal y como afirma, “al ser una institución de referencia en este producto, era imprescindible poder contar con su conocimiento y trasladarlo al proyecto”. En segundo lugar, desde Elaia Zait fueron conscientes que no podían desarrollar de forma individual un proyecto de este tipo. “Sabíamos que el éxito o el fracaso del mismo vendría de la mano de ser capaces, o no, de aunar fuerzas”, apunta Millán. Por ello, decidieron vincular al sector y sus instituciones para conseguir que todos ellos se sintieran participes del proyecto y, para ello, consideraron que la Universidad de Jaén era el aglutinador perfecto. En tercer y último lugar, desde Elaia Zait eran conscientes que estaban frente a un proyecto de innovación para el que debían contar con un equipo investigador. “Evidentemente, no se nos ocurría ninguna opción mejor que la de contar con los equipos y personas con mayor conocimiento y especialización en el aceite de oliva: los de la Universidad de Jaén”, sentencia Millán.
Daniel Millán, socio fundador de Elaia Zait, durante el acto de presentación de los nuevos productos.
Un diseño innovador
El resultado final del proyecto es un diseño muy innovador. Como señala Millán, “desde un principio, tuvimos muy claro que todos y cada uno de los elementos deberían crearse por y para el aceite”. Por ello, contaron con la Universidad de Jaén y, concretamente, con el profesor José Juan Gaforio, que ha sido el director del proyecto. “Sería injusto decir que ha sido sólo un trabajo de la Universidad y de nuestra empresa”, afirma Millán, dado que creyeron conveniente y fundamental que los principales agentes del sector también participaran, dando su punto de vista y opinión sobre los nuevos elementos. Por ello, y con el objetivo de conseguir un producto final que no fuese únicamente de Elaia Zait y de la Universidad de Jaén, hicieron partícipes a productores, catadores, profesionales de la gastronomía e instituciones, entre otros. “Así que, si bien el diseño cuidado de cada uno de los elementos ha sido obra del equipo de la Universidad de Jaén, sí ha recogido el sentir y la opinión de gran parte del sector”, apunta el socio fundador de Elaia Zait.
El director del proyecto, José Juan Gaforio, director del Centro de Estudios Avanzados en Olivar y Aceites de Oliva y profesor del Área de Inmunología de la Universidad de Jaén, explicó durante el acto de presentación, que se llevó a cabo en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que “queremos popularizar la cata y degustación del aceite de oliva mediante elementos diseñados específicamente para el consumidor, para que este aprecie su calidad. Pero lo hacemos desde el concepto ‘salud’, para que sepamos muy bien las propiedades del aceite que tomamos, con el consiguiente beneficio para nuestro organismo”. El equipo de investigación de la UJA, liderado por el profesor Gaforio, está integrado además por ingenieros en diseño gráfico. Los elementos diseñados facilitan la cata hedonista para el deleite de los aceites de oliva vírgenes. “Pero el diseño –insiste– nace de la ciencia y con un objetivo muy claro que es la funcionalidad, con el fin último de analizar las características organolépticas de los AOVE, por delante de la estética”, asegura.
Importancia para el productor
Sin lugar a dudas, y en palabras de Daniel Millán, “a quien más beneficia la creación de estos nuevos utensilios es a aquellos productores que han apostado en los últimos años por los aceites de extrema calidad”. Adentrarse en el mundo de la recolección de cosecha temprana y de la producción de aceites gourmet es darse cuenta del gran trabajo y cuidado que necesitan estos productos. Por ello, el valor para el productor es muy alto porque “estos utensilios son la herramienta perfecta para que un consumidor sea capaz de poder percibir todas las cualidades y bondades de estos aceites de oliva virgen extra”, relata Millán. Esto da como resultado el poder apreciar las diferencias de un producto respecto a otro y, por tanto, incrementar el valor de ese producto de cara al consumidor. Como expone Millán, “sin estos utensilios, apenas tenemos herramientas que nos permitan apreciar todas las cualidades de estos aceites. Y, si el consumidor no es capaz de valorar todo lo que le aportan, no pagará su precio”.
Importancia para el consumidor
Al contrario de la copa de cata profesional, de color azul, las presentadas por Elaia Zait son totalmente trasparentes, permitiendo ver y oler al mismo tiempo. Se trata de un vaso de cata con tapa, diseñado especialmente para productos gourmet, una copa con pie, que facilita el calentamiento del aceite con la mano, un plato exclusivo, y lo que se denomina ‘chupito’, un vaso pequeño para la degustación en frío y con la cantidad adecuada.
En palabras de Daniel Millán, “lo que aporta al consumidor es una herramienta que le permite apreciar todas las cualidades de los aceites de oliva virgen extra, le permite ver el color”. Para las profesionales, el color no es una cualidad determinante, pero “el consumidor adora contemplarlo, y eso es una de las principales aportaciones de nuestros utensilios”. Además, estos productos también permiten oler, gracias al cuidado diseño que deja que los volátiles del aceite se dirijan directamente al olfato. "Tanto la copa de cata como el vaso, como gran innovación, permiten al consumidor oler en toda su intensidad este producto, sin duda una de las cualidades más apreciables", explica. Finalmente, permiten probar el aceite de oliva, en su justa cantidad, para poder detectar todos los matices de su sabor.
En definitiva, y como concluye Millán: “Aportamos una herramienta al consumidor que le permite jugar y disfrutar en toda su intensidad de los mejores aceites de oliva virgen extra, los AOVEs”.
Acto de presentación
La presentación de estos nuevos productos se llevó a cabo en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, acto que concluyó con una degustación y varias pruebas de cata, y que contó con la asistencia de diputados, senadores, representantes del Consejo Oleícola Internacional (COI), Consejos Reguladores, productores de aceite y catadores profesionales. La presentación corrió a cargo del socio fundador de Elaia Zait, Daniel Millán, que definió su iniciativa como “plataforma para desarrollar nuevos productos relacionados con el aceite de oliva, basados en conceptos ergonómicos, funcionales e innovadores, con el fin de llevar al gran público la mejor forma de catar y degustar uno de los productos mejor valorados y más consumidos”.
En el acto de presentación intervino el rector de la Universidad de Jaén, Juan Gómez Ortega, además del presidente de la Diputación Provincial, Francisco Reyes. En su intervención, el rector de la UJA señaló que “se trata de un proyecto innovador, que abre el abanico de posibilidades de negocio en el sector”. En su opinión, la innovación es el escalón final de la investigación y consiste en materializar resultados de una investigación en algo tangible, relevante y útil para un determinado colectivo. “La Universidad de Jaén tiene muy clara la necesidad de colaborar con el sector productivo para facilitar el desarrollo socioeconómico de la provincia, en especial desde la innovación”. Asimismo, Juan Gómez destacó la interdisciplinariedad del equipo de investigadores encargado de ejecutar este proyecto, los investigadores José Juan Gaforio, Miguel Ángel Rubio y Alfonso Martínez, a los que felicitó por el mismo, así como a los impulsores de la empresa Elaia Zait, Daniel Millán y Juan Carrillo.