Cómo crear una marca de aceite de oliva
En la actualidad, el sector oleícola español y sus empresas, almazaras y cooperativas han pasado de vender –en su mayoría– los aceites a granel a envasar una parte de estos, para comercializarlos en el mercado nacional o internacional. Esto conlleva que tengan que competir con otras empresas y países que están en una situación similar, en un mercado cada vez más globalizado. Para ayudar a nuestras empresas, presentamos un seguido de artículos que dan a conocer los pasos a seguir para crear una marca y posicionarla en un mercado cada vez más competitivo.
Ante un panorama cada vez más globalizado, internacionalizado y altamente competitivo, se tienen que crear estrategias que pongan en valor los factores diferenciales de cada empresa, para crear y tener valor competitivo en el mercado. Todo esto pasa por crear marca de empresa y de productos, entre otras cosas.
El concepto de marca ha de entenderse como un conjunto de actitudes, comportamientos y actuaciones de la empresa y su gente tiene, que la hacen diferente respecto a su competencia, podemos decir que todo ese conjunto con la imagen de marca, es su ADN, y la marca se ha de utilizar como un instrumento en la gestión de la empresa para hacerla más competitiva. Estos conceptos que pueden parecer abstractos, se resumen en tres apartados que son vitales para el buen desarrollo y éxito de la misma:
- Estrategia y Diseño de la Marca Corporativa de la Empresa.
- Estrategia y Diseño de las Marcas y Packaging de Productos de la Empresa.
- Estrategia y Diseño de la Comunicación de la Empresa.
En estas páginas presentamos y exponemos de forma general ‘10 consejos para crear una marca de aceite’ que permita posicionar una empresa en el mercado a través de sus valores diferenciales. En los siguientes números de esta revista, explicaremos de forma amplia e ilustrada cada uno de los tres apartados que se han mencionado anteriormente.
Decálogo: 10 consejos para construir una marca de aceite de oliva
- Tener un producto de máxima calidad es una condición básica. Sobre esta base se puede construir una marca.
- La empresa y sus productos han de tener valores diferenciales, para convertirlos en valores competitivos que se puedan concretar y explicar al consumidor a través de una historia. Es imprescindible asegurarse de que estos valores se comunican y llegan a los clientes y al mercado.
- Construir una marca requiere recursos humanos, económicos y tiempo, entre otras cosas. Es un proceso a medio y largo plazo que se tiene que trabajar constantemente.
- Pensar y seleccionar un buen nombre para la marca y sus productos. Con ello ya se lleva ganado el 50% del éxito. Registrar la marca en la oficina de patentes y marcas, y el dominio de internet (a ser posible un.com), si la marca va a tener una web o una tienda on-line en el futuro.
- Contratar un profesional con experiencia demostrada en un sector y en diseño de marcas y packaging, que sea capaz de crear una estrategia de empresa y de marca, para salir al mercado nacional e internacional con garantías.
- No caer en el error de creer que construir una marca es encargar el diseño de un logotipo o unas etiquetas. Construir una marca es un proceso complejo en el que intervienen la propia empresa, los colaboradores, los clientes, los prescriptores, el mercado, los medios de comunicación, etc. Una marca es un conjunto de actitutdes, comportamientos y actuaciones de la empresa, basadas en una estrategia global.
- Seleccionar y segmentar los clientes y el mercado, de acuerdo al perfil de cada producto, la calidad, el precio, etc. Una marca no puede satisfacer a todos los mercados y clientes y, por ello, hay que posicionarla en el espacio más adecuado según los intereses de los clientes.
- La marca es un activo para la empresa, por lo tanto, es necesario protegerla e invierta en ella. Es una fuente de ingresos, que crea riqueza económica, prestigio y reputación. Estos últimos son los valores intangibles que alimentan la marca.
- Elaborar productos que el mercado demanda. Hay que pensar en esta regla: ‘No se vende lo que se produce, se produce lo que se vende'. Hemos pasado de una economía de la oferta a una de la demanda.
- Ser capaz de seducir a los clientes construyendo una marca que transmita emociones y sentimientos (el 80% de nuestras decisiones son emocionales), con un buen diseño que aporte valor diferencial respecto a la competencia. ‘Las personas consumen productos pero compran marcas’, y ‘las empresas elaboran productos pero venden marcas’.