Innoliva apoya el proyecto Oleum, que pretende acabar con el aceite ‘impostor’
Cada vez son más los aceites que se hacen pasar por Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) y la Unión Europea no está dispuesta a que los consumidores sean engañados. El proyecto Oleum, liderado por la Universidad de Bolonia y en el que participa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pretende poner freno a este tipo de estafa. No obstante, según ha asegurado recientemente uno de sus investigadores, Wenceslao Moreda, al periódico Aquí Europa, los fraudes con este producto “no son algo generalizado”. Innoliva, como productora, destaca la importancia de saber distinguir un verdadero AOVE e insiste a los consumidores que exijan la calidad que están pagando.
Para que un aceite de oliva sea denominado AOVE debe cumplir con los parámetros, tanto químicos como sensoriales, establecidos en el Reglamento 2568/ 91 de la Comisión Europea y en la Norma de Comercialización del COI T15. Entre ellos, no debe existir adición de ningún otro aceite de especie diferente al olivo.
En 2014, la Comisión Europea publicó una convocatoria de proyectos dentro del marco del programa Horizonte 2020 específica sobre la autenticidad del aceite de oliva, que finalmente fue adjudicada al consorcio Oleum, impulsado por la Universidad de Bolonia y en el que participan 20 instituciones investigadoras, entre ellas el CSIC.
Con un presupuesto de unos cinco millones de euros, de los que 606.000 corresponden al CSIC, “el proyecto consiste en hacer una revisión de toda la legislación vigente, incluyendo las metodologías que implican, buscar soluciones para los problemas de calidad y de genuinidad del aceite de oliva, actualizando y mejorando los métodos actuales y buscando nuevos métodos que mejoren los existentes o que permitan detectar los problemas más importantes que existen ahora en cuestión de genuinidad”, explica Moreda al medio. Sin embargo, y lejos de lo que se pueda pensar, el investigador asegura que “los fraudes en aceite de oliva no son algo generalizado”, aunque reconoce el efecto “negativo” que provocan los casos aislados