CaixaBank e Infaoliva promueven la financiación de los productores de aceite de oliva
CaixaBank, a través de su línea de negocio especializada en el sector AgroBank, e Infaoliva, la Federación Española de Industriales y Fabricantes de Aceite de Oliva, renovaron su acuerdo de colaboración para continuar impulsando el acceso a la financiación del sector y estimular su competitividad en el mercado. Infaoliva está formada por más de 740 industrias de almazara para la fabricación de aceite de oliva en toda España.
La renovación del convenio se ha firmado en Jaén, en la sede de Infaoliva, y ha sido suscrita por Manuel Alfonso Torres, presidente nacional de Infaoliva, y por parte de CaixaBank, Carmen Sabrí, directora de AgroBank.
El convenio tiene como objetivo reforzar dos ámbitos de actuación. Por una parte, CaixaBank ofrecerá una gama de productos y servicios financieros en condiciones ventajosas para sus asociados, tratando con ello de facilitar un mejor desarrollo para su actividad. Caixabank, a través de este convenio firmado, ha diseñado productos de financiación especificas para los miembros de Infaoliva que les permitían hacer frente a nuevas inversioness, a sus necesidades de circulante, maquinaria o vehículos, y a los riesgos e imprevistos que puedan seguir durante el proceso de fabricación del aceite o de la explotación de sus cosechas, así como la ayuda a la comercialización en el exterior de sus aceites.
De entre todos los productos que CaixaBank ofrece al sector agrario, destaca el AgroConfirming, un nuevo producto financiero que permite el cobro de las liquidaciones de la cosecha que éstas tengan que realizar a los cosecheros. La principal ventaja de este nuevo producto financiero es que se gestiona de forma automática, con lo que se reduce el nivel de endeudamiento bancario. El AgroConfirming se puede gestionar directamente a través de la Línea Abierta de CaixaBank, aplicación que permite a las almazaras consultar en todo momento cualquier información, en relación a sus facturas pagadas a sus cosecheros. Por otra parte, ofrece la gran ventaja que permite a las almazaras cumplir con los requisitos de pago de la AICA y facilitar la financiación a los cosecheros, así pueden obtener su anticipo de forma inmediata, en condiciones especiales y sin tener que firmar, año a año, la renovación de la póliza de anticipo.
En España se cultivan más de 100 variedades de olivo, muchas de ellas autóctonas y con extensión limitada. Las variedades más representativas, tanto para almazara como para aceituna de aderezo, son las siguientes: el olivar español, presente en 34 provincias de 13 comunidades autónomas, ocupa una superficie de 2.509.677 hectáreas, de las que el 96% corresponden a variedades de aceituna para almazara (2.377.943 hectáreas) y el 4% restante a variedades para mesa (98.597 hectáreas).
España es, con gran diferencia, el mayor productor mundial de aceite de oliva y sus aceites de oliva son de la mejor calidad. La calidad de los aceites españoles está fundamentada en la diversidad varietal y ecológica de los olivos, en las esmeradas técnicas de cultivo y recolección que aplican los agricultores y en el cuidado en su obtención y elaboración: la industria aceitera española dispone de las mejores y más avanzadas tecnologías. Todo ello contribuye a que los aceites de oliva españoles tengan una excelente calidad y puedan encontrarse en los mejores mercados de todo el mundo.
En España no está permitido mezclar los aceites de oliva con ningún otro tipo de aceites ni grasas de origen vegetal ni animal. Los aceites de oliva deben presentarse a los consumidores envasados y etiquetados, figurando con toda claridad la categoría del aceite que contenga el envase: ‘aceite de oliva virgen extra’, ‘aceite de oliva virgen’, ‘aceite de oliva’ o ‘aceite de orujo de oliva’.