Los olivareros perderán miles de euros con el nuevo seguro de olivar
ASAJA-Jaén denuncia que con el nuevo sistema de seguro de olivar, publicado en el Boletín Oficial del Estado, los olivareros quedan totalmente desprotegidos y perderán miles de euros en caso de verse afectados por cualquier tipo de inclemencias meteorológicas. La organización lleva meses trabajando para evitar que la propuesta del nuevo seguro saliese adelante, pero finalmente se ha permitido. El problema, explica Luis Carlos Valero, es que “ahora son lentejas”, ya que la gestión de los seguros agrarios está en manos únicamente de Agroseguro. “Ésta empresa ha decidido que los olivareros no somos buenos clientes y que, por eso, hay que castigarlos”, añade Valero.
Ante la situación, el gerente y portavoz anuncia que va a hacer ‘casus belli’ contra la entidad, pidiendo la dimisión urgente de su director y realizando acciones con el fin de que, “si no son capaces de recular, que se proceda a la liberalización del sistema”. “Si hubiera otras empresas que gestionaran el seguro del olivar, seguro que no les parecíamos tan malos asegurados”, apunta. Así, insta al Gobierno Central a que disuelva Agroseguro o que le inste inmediatamente a eliminar las trabas burocráticas para los nuevos seguro de olivar. “En ASAJA-Jaén hemos dado instrucción a nuestros servicios jurídicos para que, en caso de que no se resuelva la situación, cursen una denuncia ante Competencia con el fin de que la gestión de los seguros agrarios españoles deje de estar en una sola mano”, dice.
ASAJA-Jaén explica que ya se ha cedido en numerosas propuestas de Agroseguro como el hecho de contratar bianualmente los seguros para evitar la picaresca o que se penalice a los asegurados de alta siniestralidad. “Lo que no podemos permitir es que, por ejemplo, se castigue a los que están empezando o a los que no suelen dar parte, porque entonces el seguro no vale para nada”, apostilla Luis Carlos Valero. “Si desde ASAJA llevamos años insistiendo en que se contrate el seguro, ahora no podemos animar a nuestros socios a que paguen por algo que no es bueno”, apunta.
La organización recuerda que, en casos como las recientes inundaciones de Torreperogil, donde hay decenas de agricultores afectados, no se solicita la zona catastrófica debido a que existe una herramienta, el seguro agrario, que protege al agricultor. “Pero si este seguro no funciona, nos veremos obligados a pedir zonas catastróficas en situaciones similares, con las correspondientes indemnizaciones por parte de la Administración central que eso supone”, concluye.