Optimizar el reciclado del aceite doméstico
12 de febrero de 2013
El aceite que empleamos en nuestros hogares es uno de los residuos más contaminantes que generamos en nuestro día a día. Se calcula, por ejemplo, que 1 litro de aceite vegetal contamina 1.000 litros de agua, de modo que su vertido en la red acuífera encarece sensiblemente el coste del tratamiento que nuestras aguas requieren para poder ser reutilizadas. Esta problemática es propia de los países mediterráneos como España, Italia, Portugal o Grecia –mayores consumidores de aceite- donde es necesario mejorar en materia de concienciación.
En la CAPV, son los ayuntamientos quienes determinan cómo debe gestionarse este residuo. En Bizkaia, Rafrinor S.L. es la empresa responsable de la recogida del aceite de freidurías de cerca del 80% de los municipios de la provincia; un aceite que luego trata (humedad, acidez, posos…) y comercializa para su posterior uso como materia prima en la producción de biodiésel. Con un volumen de recogida creciente —en la actualidad rondando las 400 toneladas anuales— y en pleno proceso de incremento en la instalación de contenedores, Rafrinor, S.L. inició en 2010 un proyecto de I+D+i en colaboración con Gaiker-IK4 con un doble objetivo:
- Explorar posibles vías de reciclado que permitieran obtener un valor añadido de las toneladas de botellas contenedoras de plástico remanentes tras la extracción del aceite.
- Optimizar el proceso de separación de aceite y plásticos de Rafrinor, S.L.
Así, en calidad de expertos en I+D+i asociada al reciclado y valorización de materiales plásticos, desde el Centro Tecnológico Gaiker-IK4 se ha trabajado para determinar cuál era el proceso óptimo de reciclado para las botellas contenedoras del aceite, concluyéndose tras las pruebas de lavado, extrusión y combustión que la valorización energética para el posterior uso del material como combustible alternativo de calderas, hornos, etc., resulta la opción idónea en términos de viabilidad técnica. Se han apuntado asimismo otras posibles aplicaciones resultantes de procesos de reciclado vinculadas, por ejemplo, a la construcción (paneles aislantes…). Factores como la heterogeneidad del material plástico recogido o su extrema suciedad han sido determinantes para descartar otros posibles procesos de reciclado y valorización.