Los precios en origen del aceite se disparan
Según datos del Ministerio de Agricultura publicados en su último informe —con precios del 10 al 16 de septiembre— continúan subiendo los precios de olivas vírgenes (5,71%), lampantes (4,25%), orujo crudo (9,11%) y refinado de girasol (3,21%).
En cuanto a la evolución de los mercados representativos, el Ministerio recoge importantes alzas en casi todas las plazas. Granada tuvo los mejores precios de los vírgenes extra españoles (260 euros/100 kg) y de los vírgenes (245 euros/100 kg); Badajoz lideró los de los lampantes (237,40 euros/100 kg) y Tarragona marcó las mayores cifras para aceite de oliva refinado (243,41 euros), aceite de orujo crudo y refinado (99,17 y 135,23 euros/100 kg respectivamente) y aceite de girasol refinado (117 euros/100 kg).
Por su parte, el Sistema de Información de Precios en Origen (POOLred) recoge entre el 15 y el 21 de septiembre un volumen de compraventas de 10.154 toneladas entre almazaras y comercializadoras con repuntes del 6,17% para el virgen extra (hasta 2,64 euros por kilo) y del 5,12% para el virgen (2,58 euros). Y los aceites de menor calidad se pagan ya a 2,34 euros.
En el último mes, el POOLred constata un repunte de las operaciones de venta (51.014 toneladas, +46%) en el corto plazo, con importantes revalorizaciones del producto: +20,45% para el virgen extra; +22,14% para el virgen; +21,15% para los lampantes y +198,64% para los de calidad inferior.
También el mercado de futuros está siguiendo un comportamiento alcista. Del 13 al 19 de septiembre se realizaron en el Mercado de Futuros del Aceite de Oliva (MFAO) un total de 4.050 contratos de lampantes, lo que muestra su dinamismo, con precios que siguieron experimentando un importante ascenso durante toda esa semana. Algunas operaciones con futuros realizadas esa semana llegaron hasta los 2,75 euros/kg, una cantidad muy interesante en términos de rentabilidad para almazaras y agricultores.
Previsión de una mala cosecha
La razón principal de esta escalada se encuentra en las malas perspectivas de producción para la próxima campaña debidos a la sequía de los últimos meses y a las altas temperaturas que se han registrado durante el verano en las principales zonas productoras, especialmente en las provincias de Jaén y Córdoba. Algunas de las previsiones que manejaba el sector a mediados de agosto apuntaban a que tan sólo se producirán unas 800.000 toneladas de aceite de oliva, lo que supondría la mitad de los 1,6 millones de toneladas alcanzados en la que está a punto de finalizar. Las previsiones de una cosecha muy baja han ido aumentando con el paso de las semanas y ya se habla de una reducción del 70% respecto a la cosecha de este año y se habla incluso de problemas eventuales de abastecimiento. Hay operadores que apuntan que se podría llegar a los 3 euros si las cooperativas y almazaras fueran reticentes a la hora de vender en los próximos meses.
Problemas de abastecimiento
La demanda de aceite español por parte del mercado está situada ya por encima del millón cuatrocientas mil toneladas anuales. Según las previsiones dicha demanda se mantendrá estable ya los consumidores continúan manteniendo su apuesta por este producto, sobre todo, en el exterior, tal y como refleja el volumen de exportaciones con unas cifras muy positivas.
A finales de julio, según los últimos datos de la Agencia para el Aceite de Oliva (AAO), el volumen total de aceite almacenado se situó en 938.500 toneladas, 247.700 más que en el mismo periodo del año pasado y 124.800 menos que en el mes de junio.
Esta cifra no es demasiado alta si se tiene en cuenta que en la próxima temporada la producción será entre un 50 y un 70 por ciento menor que la actual y, por lo tanto, de seguir incrementándose las ventas, el aceite que existiría no sería suficiente como para satisfacer la demanda. De momento, ante estas perspectivas, el sector apuesta por no tener prisa por vender y por defender unos precios, que por primera vez en varios años, están aportando beneficios y rentabilidad
¿Cuál es la tendencia a corto plazo?
Según la opinión de los expertos, la escala alcista del precio en origen del aceite se mantendrá hasta mediados de octubre, y a partir de ahí se iniciará un periodo de cierto deshinchamiento. En estos momentos los almacenistas no tienen prisa en vender confiados en que los precios seguirán subiendo, pero empiezan a escucharse voces replanteando esta estrategia y reclamando que ya ha llegado la hora recoger beneficios, no sea que el mercado de un vuelco inesperado y se pierdan unos ingresos que ahora son seguros.
En declaraciones efectuadas a la agencia EFEAGRO por Juan Vilar, consejero delegado de GEA Westfalia Separator Ibérica, explica que “con las altas cantidades estocadas aún y con las previsiones de oferta que llegará al mercado -recordar la recolección portuguesa se inicia sobre el 15 de octubre- a los tenedores de aceite les conviene vender a los precios actuales, porque los 2,7 euros por kilo actuales suponen un valor que cubre de forma holgada gastos de explotación y permiten lograr un razonable beneficio”.
Seguramente, y como en la mayoría de ocasiones, lo ideal sería encontrar un equilibrio de precios y que éstos sean lo suficientemente altos para permitir la rentabilidad al agricultor —después de valores muy bajos en los últimos años— y que a su vez no se disparen para no “estropear” el mercado con precios de venta al público excesivamente caros que provocarían un freno de las compras de los consumidores en un momento de crisis.