Steinert presenta en la K 2016 su separación de plásticos negros
La separación pura de plásticos negros es posiblemente una de las mayores aplicaciones del reciclaje; una aplicación en la que la mayoría de los separadores ópticos fracasan. Por eso el grupo Steinert, especialista en clasificación magnética y por sensores, ha lanzado al mercado el sistema UniSort BlackEye. Con este nuevo sistema óptico de clasificación, las empresas de reciclaje pueden fabricar granulados más puros, y tan valiosos que permiten amortizar la inversión en muy poco tiempo.
Las empresas de reciclaje que fabrican granulados mixtos a partir de una mezcla comprada de polietileno y polipropileno (PE/PP) de color negro pagan actualmente en el mercado un precio de unos 200 euros por tonelada, dependiendo del contenido en poliolefinas (PO). Si tuvieran la posibilidad de concentrar la mezcla en fracciones con valor como PE y PP, podrían obtener por los granulados un precio de hasta 900 euros. El problema es que los sensores de los separadores ópticos clásicos no han sido capaces hasta ahora de diferenciar los diferentes plásticos negros por tipos, pues el pigmento empleado para obtener el color negro absorbe la radiación electromagnética en la gama de longitudes de onda visible e infrarroja. “El sistema UniSort BlackEye cubre esta carencia y permite separar también trozos de plástico negro desmenuzado”, señala Hendrik Beel, gerente de la división en el grupo Steinert. “Dado que este sistema permite fabricar granulados puros y, por tanto, más valiosos, la inversión se amortiza rápidamente”.
Tecnología HSI: un software de análisis reconoce la “huella dactilar” del plástico
El elemento clave de todos los sistemas de clasificación es la unidad de detección situada por encima de la cinta transportadora, y que funciona con la llamada tecnología de imagen hiperespectral HSI (Hyper Spectral Imaging). Así es como funciona: una luz ilumina los trozos de plástico sobre la cinta transportadora. Un sistema de cámara analiza la luz reflejada. “En el espectro de esta luz reflejada 'faltan' frecuencias características de determinados tipos de plástico. Cada plástico tiene su propia huella dactilar, por así decirlo”, explica Beel. “Un software de análisis desarrollado en el grupo Steinert reconoce, con ayuda de espectros de referencia, si se trata de un objeto de plástico, de madera, de vidrio, de papel o si éste es un objeto oscuro”. La especial fiabilidad de este análisis se debe, entre otros factores, a que la cámara no explora la cinta punto a punto, sino en 320 puntos de imagen al mismo tiempo en todo el ancho de la cinta, lo que permite reconocer hasta los más pequeños matices en el espectro de infrarrojos cercanos (IRC, o NIR por sus siglas en inglés).
Uso industrial eficiente: una tonelada de trozos de plástico por hora
¿Qué hacer, por ejemplo, si el usuario quiere separar poliolefinas como el polietileno (PE) y el polipropileno (PP)? ¿O si necesita extraer de la mezcla otras sustancias como policloruro de vinilo (PVC), poliestireno (PS) o polímeros?
En ese caso, el software envía los datos de posición correspondientes al sistema de aire comprimido, instalado al final de la cinta transportadora. En una fracción de segundo, se abre la válvula de alta velocidad correspondiente, de modo que un disparo de aire comprimido selectivo separa el material deseado. Como señala Beel, “el sistema UniSort BlackEye trabaja con la suficiente rapidez como para escanear velocidades de cinta de hasta cuatro metros y unos 35 millones de puntos de detección, lo que equivale a hasta 5.000 objetos por segundo. Esto garantiza un uso industrial eficiente para trozos de plástico desmenuzados de entre 10 y 30 milímetros de tamaño”. De media, el sistema UniSort BlackEye genera un rendimiento de una tonelada de escamas de plástico por hora.
Mayor precisión de detección gracias al sistema de estabilización
Para que los trozos de plástico se mantengan fijos sobre la cinta transportadora con estas altas velocidades, garantizando así una alta precisión de la detección, Steinert ha integrado además un sistema de estabilización llamado Active Object Control (AOC). Este sistema genera una corriente de aire, con la misma dirección y velocidad que la cinta transportadora, que presiona las partículas sobre la cinta y las mantiene en la parábola de vuelo incluso después de salir de la misma. “Así nos aseguramos de que los trozos de plástico apenas se muevan después de la detección, y los datos de posición para el sistema de eyección se mantengan exactos”, señala Beel. “El sistema permite una velocidad de la cinta considerablemente mayor, y por tanto un rendimiento mayor que el de los sistemas estándar, lo que hace que la clasificación sea aún más eficiente”.
Aumento de la tasa de reciclaje
Con el plástico negro no solo se hacen macetas: muchos productos técnicos están fabricados en este material. Productos que hasta ahora no se reciclaban. Algunos polímeros ligeros, por ejemplo, debido a su alto porcentaje cargas minerales, acababan depositadas en la fracción que hundida y, por tanto, ya no volvían al proceso de reciclaje. Así pues, el costoso vertido de éstos polímeros era inevitable.
Con el nuevo sistema de clasificación de Steinert, las empresas de reciclaje pueden reducir sus costes y aumentar sus tasas de reciclaje, p. ej., comprando estas fracciones que se depositan a empresas de eliminación de residuos, para triturarlas en pequeños trozos de plástico, lavarlas, clasificarlas y, a continuación, vender el granulado generado a empresas que fabrican con él nuevos productos de plástico.
Por eso, tanto para la industria como para el medio ambiente, el reciclaje de materiales es cada vez más importante.
UniSort Black como paso previo a UniSort BlackEye
La clasificación de plásticos se puede realizar en diferentes etapas, tanto en empresas de gestión de residuos como en centros de reciclaje. Steinert ofrece las máquinas adecuadas para esta tarea. Por tanto, también forma parte de la gama de productos la UniSort Black, una máquina que se utiliza en Alemania desde 2014, entre otras aplicaciones, en instalaciones clasificadoras para envases ligeros (EELL) de los contenedores amarillos. Esta máquina separa objetos oscuros y negros así como otros materiales residuales que los sitemas aguas arriba no pueden reconocer con la tecnología IRC (NIR). Así pues, puede hacerlos visibles como objetos negros en el flujo de residuos y apartarlos. “La UniSort BlackEye es el siguiente paso lógico en esta evolución de las instalaciones de clasificación, pues es capaz de diferenciar los plásticos negros en sus categorías de PE, PP, PS y PVC”, explica finalmente Beel. “En Steinert seguiremos trabajando en desarrollar tecnologías innovadoras de sensores que nos permitan optimizar procesos en la cadena de creación de valor”.