Basf mantiene su compromiso con la planta de Tarragona
Rauhe explicó que las plantas cerradas se proyectaron en los setenta y era necesario racionalizar la producción. Por otro lado, explicó que las inversiones se hacen en función del mercado, aunque anunció la posibilidad de que "podamos hacer algunas comunicaciones en este sentido antes del final del año". Aún así, destacó que la inversión directa en los últimos cinco años llega a los 200 millones de euros (700 millones en inversiones inducidas). Por otra parte, gracias a la joint venture entre Basf y Shell (Basell), se ha puesto en marcha en Tarragona una planta de producción de polipropileno con una capacidad de 225.000 toneladas anuales, con lo que el Centro de Producción Química de Tarragona se convertirá en el segundo productor de polipropileno de Europa.
Por otro lado, Rauhe se mostró satisfecho por haber llegado a un acuerdo con el gobierno de la Generalitat para pactar un Plan director para Tarragona que hiciera convivir el turismo con la industria química. Finalmente se acordó que el Polígono Sur de la ciudad, donde se encuentra Basf, no crecería más allá de sus límites actuales.
Resultados positivos
Según la memoria de la compañía, durante el ejercicio se han pagado dividendos por importe de más de 10 millones de euros. El importe restante del cash-flow se ha destinado a la financiación del incremento de las deudas de clientes por casi 53 millones de euros. Por otra parte, la reducción del inmovilizado financiero se debe en parte a la venta de la participación de Norteña de Distribución y a la desvalorización de la participación en Sonatrach.
En consecuencia, el saldo no cubierto por la financiación interna ha ascendido a 5,9 millones, que ha sido financiado por el aumento de proveedores principalmente a causa de las mayores compras de materias primas en los últimos meses del año.
Otros puntos a destacar son el aumento del activo circulante en los últimos meses del año (63%), el mantenimiento del mismo porcentaje de los recursos propios sobre el pasivo (39%), que cubren casi todo el inmovilizado y unos ratios "satisfactorios" tanto en liquidez como en solvencia.
Por su parte, el Grupo Basf en Iberia (sin incluir las joint ventures ni Basf IT Services) alcanzó una facturación global de 1.568 millones de euros, un 5,5 por ciento más que el pasado año. El resultado EBIT fue de 48,3 millones de euros, un 33 por ciento más que el año anterior.
"La industria está dispuesta a dialogar"
La opinión de Basf sobre las consecuencias que tendrá sobre el sector la aplicación del Libro Blanco de la química, en el que está trabajando la Comisión Europea, es sombría. Erwin Rauhe puso de manifiesto la preocupación de Basf por la pérdida de competitividad para la industria que representará la aprobación del texto y explicó que la parte más preocupante se refiere al aumento de la burocracia en el sector y a la inclusión en el Libro Blanco de algunos productos (como los polímeros) que "sabemos que no tienen ningún riesgo". "Muchas producciones se desplazarán a EE.UU. o Asia", sentenció. Rauhe, que hizo estas declaraciones durante la presentación de los resultados de Basf en Barcelona, señaló que esto "relegará a Europa a un puesto industrial de segundo nivel", y agregó que las pequeñas y medianas empresas no podrán soportar la normativa impuesta. Aún así, aseguró que "la industria está dispuesta a dialogar".
Crecimiento inesperado
Año de cambios
También han finalizado las inversiones en la nueva central de ciclo combinado en Tarragona, fruto de otra joint venture entre RWE e Iberdrola. El pasado año también se ajustó la plantilla mediante jubilaciones anticipadas.