Un plástico perfecto
El mercado del policarbonato
El desarrollo del mercado del disco compacto excede hoy en día las ilusiones más absurdas que cualquiera pudiera hacerse en 1982 (año en que aparecieron). Durante la última década, el mercado ha tenido una media de crecimiento anual del 30 por ciento. En el año 2001, se produjeron cerca de 25.000 millones de compactos, lo que dicho en cifras quizá no sugiera demasiado pero que puestos físicamente uno encima del otro formarían una torre de 30.000 kilómetros de altura. Sin embargo esta torre no solo incluye los compactos de audio. Los CD regrabables y reescribibles, y los DVD representan una nueva era en los soportes digitales y cada vez van ganando más importancia.
Llegar a los 9,4 gigabites de capacidad sin aumentar el diámetro del disco, es decir, fabricar un DVD, representa incrementar la “densidad” de almacenamiento. De hecho es el mismo plástico, Makrolon, el que permite este incremento.
Ciclos cortos
La calidad de un CD empieza en las propiedades del policarbonato. En Bayer, la producción de la gama dedicada a la producción de compactos está a un control de calidad estricto, pero usual en la compañía, y en un test específico. Es por esto que en cada planta dedicada a la producción de materiales avanzados para compactos existe una inyectora con un escáner de láser integrado. Esto es por razones de seguridad ya que de cada lote de material se produce una serie predeterminada de compactos en blanco para testarlos antes de enviar el lote entero a los fabricantes de CD. La resolución de este escáner es incluso superior que la de los que se emplean en la producción normal de compactos. El escáner comprueba la transparencia del material. Por otra parte, se emplea también un microscopio óptico para las imperfecciones más pequeñas y analizar sus causas.